lunes, 31 de marzo de 2014

VIAJE A BELGICA - DE BUENOS AIRES A BRUSELAS

Sábado 29 y Domingo 30/3/2014. Tomé el avión de Iberia el sábado 29/3 a las 14,20. Dijo el comandante que esa noche, mientras estábamos volando, toda Europa adelantaba los relojes una hora. Dormí entrecortado, porque al lado tenía a dos vendedores que iban a un congreso y no paraban de hablar. Muchas luces prendidas y gente caminando. Llegamos a Madrid el domingo pasadas las 7 de la mañana.
Allí busqué mi vuelo a Bruselas, que también salió puntual, pero con poca gente. Llegó a las 11 de la mañana hora local. Averigüé donde tomar el tren a la Gare Central, que es en el primer subsuelo, y saqué el ticket en una máquina, que vale 8,50 euros.
Un tren casi vacío, muy silencioso. Paró en la Gare du Nord y en 15 minutos llegó a la Gare Central. Sabía que allí tenía que tomar el subte por una estación hasta De Brouckere. Primero me equivoqué y bajé a un andén, pero era la dirección contraria, por suerte está bien señalizado, y encontré el andén, que era enfrente. Una estación y bajé en De Brouckere, que está justo al lado de mi hotel Adagio.
Me dieron la habitación, que es un modelo de aprovechamiento del espacio. En este mueble hay alacena, microondas, cocina, heladera, lavavajilla y tres cestos de residuos, según qué se tire. 


Como es un aparthotel hay vajilla, pava eléctrica, juguera y tabla de planchar en el placard.
Hay un escritorio, y debajo una mesa.

La cama está colgada de la pared y hay que bajarla para dormir.
Además hay calientatoallas, tender para colgar la ropa, batidor, abrelatas, espumadera, detergente, muchas cosas que no voy a usar.
Después de investigar el cuarto y tomar un café, desempaqué, pedí un mapa y fui a la famosa Grand Place, que es realmente tan bonita como su fama, pero me la imaginaba mucho más grande. El hotel está a unos 400 metros de allí.



Muchísima gente sacando fotos y en las terrazas de los restaurantes. En realidad estaba muy cansada y no tenía hambre, pero me tenté con un waffle con helado de pistachio. Estaba nublado y húmedo, no hacía frío.

Caminé un poco más y encontré un Carrefour donde compré algo para comer hoy y para desayunar mañana, porque en cualquier momento me quedo dormida, fue un viaje muy largo.
A las seis de la tarde estaba durmiendo.