domingo, 31 de enero de 2016

VIAJE A INDOCHINA - BANGKOK, CIUDAD Y TEMPLOS

Viernes 15/1/2016. Desayunamos en el hotel copiosamente. Hay frutas extrañas, una de pulpa blanca con pintitas negras y cáscara color fucsia que se llama cristal de dragón, y una manzana mucho más liviana que las nuestras que llaman manzana de agua, además de papaya, mango y piña. Un paraíso para mi.




La moneda de Tailandia es el baht, y 100 baht equivalen más o menos a 4 dolares.





En el hotel hay un altar con ofrendas y desde allí se ve el metro elevado de Bangkok.



Nos vino a buscar nuestra guía tailandesa que se llama Sofia, y nos contó que en tailandés se saluda con la palabra “sawatdi ka” a cualquier hora del día, y que el sufijo “ka” indica que la que saluda es una mujer. El alfabeto tailandes tiene 44 letras y 32 vocales, diferentes a las nuestras. Hay 40.000 templos en Tailandia, que antes se llamaba Siam, y la esclavitud fue abolida hace sólo 135 años. Es una monarquía constitucional.
Hace mucho, pero mucho calor. Bangkok es una ciudad caótica, y hay muchisima gente por todos lados. 


Pasamos por el barrio chino y por el indio, y fuimos al Palacio Real, a ver los templos budistas que están dentro del recinto.






Hay muchas construcciones dentro del Palacio, a cual más espectacular.









Estos guardianes con cara de malos están hechos con el material de lastre que traían los barcos chinos:




Tomé una coca tailandesa para reanimarme:




El Buda reclinado es dorado, enorme y espectacular. Mide 47 metros de largo.




También vimos el Buda de esmeralda (que en realidad es de jade).
En el mismo templo, muchos Budas en la misma posición, la mano derecha sobre la rodilla y la izquierda con la palma hacia arriba, postura para vencer obstáculos:





Este es uno de los canales de la ciudad:




A la tarde no teníamos actividades programadas. Seguimos el consejo de Sofia y tomamos un tuc tuc al Taksin Bridge, para navegar por el río.


El rio Chao Phraya es muy ancho y caudaloso, y la lancha parecía bastante precaria, pero iba mucha gente y bajamos cinco paradas más adelante. 





Queríamos ir a la calle de los Mochileros, donde hay mercado, pero tuvimos que tomar otro tuc tuc para llegar. Hicimos algunas compras, tomamos una cerveza y volvimos al hotel en tuc tuc.







VIAJE A INDOCHINA - DE BUENOS AIRES A BANGKOK, TAILANDIA

Martes 12/1/2016. El avión de Emirates salió puntual a las 21,30. En tres horas llegó a Río de Janeiro pero no bajamos de avión. Bajó mucha gente y subieron otros. De allí fue directo a Dubai, dieciocho horas y media en total.



La oferta de comida era permanente, y perdí la cuenta si se trataba de desayunos, almuerzos o cenas. Hay siete horas de diferencia entre Buenos Aires y Dubai.


Miércoles 13/1/2016. Llegamos a Dubai a las 10 de la noche. Nos llevaron en ómnibus a la terminal. El aeropuerto de Dubai es espectacular, hay una cascada en el hueco de los ascensores.



Como tenía una pausa de cuatro horas hasta la salida del vuelo a Bangkok usé por primera vez mi tarjeta Priority Pass, con la cual pude ingresar al Marhaba Lounge. Alli hay comida y salones de espera. Fui al baño y me sone la nariz con papel higiénico: era perfumado.




Jueves 14/1/2016. A las 3,05 salió el vuelo a Bangkok, en el Airbus 380, el avión más grande del mundo, de dos pisos. Mas comida. 


Cinco horas más y llegamos a Bangkok, capital de Tai!andia. Diez horas de diferencia horaria con Buenos Aires.



Habia enormes fi!as de personas en Migraciones. Cuando estabamos llegando nos dijeron que los que veníamos de América del Sur y de África debíamos hacer un trámite previo mostrando el certificado de vacunación contra la fiebre amari!!a. Lo hicimos y completamos el ingreso al país. Los argentinos no necesitamos visa para ingresar en Tailandia.
Nos estaba esperando una tailandesa pequeñita que se llamaba Me, con zapati!las color turquesa (eso nos ayudó a identificarla entre tanta gente parecida). Salí a fumar y el calor era agobiante. Debimos esperar un buen rato que otros pasajeros que compartian el transfer con nosotros completaran el trámite en Migraciones.
Tardamos 45 minutos en llegar al hotel en el centro de Bangkok. El tráfico es demencial, miles de autos, motos y bicicletas queriendo pasar primero, mucho peor que en India.




Lindo el Holiday Inn Bangkok, pero sólo había internet en el lobby, y las ventanas cerradas con llave, que me dan sensación de encierro y angustia.

Me bañé y dormí dos horas para recuperarme de semejante viaje. Después salimos a caminar con mi amiga Bruni y comimos en el KFC.



Muchísimos puestos callejeros de comida y ropa. Volvimos al hotel, que está en pleno centro de Bangkok.