viernes, 1 de febrero de 2013

VIAJE A INDIA, NEPAL Y TIBET - VUELTA A CASA

Martes 29 y Miércoles 30/1/2013. Iniciando el largo regreso a casa, a las 8 de la mañana estábamos listas y llegó Ngawang a buscarnos. El avión de Air China salía a las 11 pero era un vuelo internacional, de Lhasa a Kathmandu, y el aeropuerto está a 70 km de Lhasa. Llegamos a las 9 pero estaba cerrado y recién pudimos empezar con los trámites de migración a las 10,15.


Otra vez exhaustivos controles, scanners y revisiones. Salió con algo de atraso pero en poco más de una hora estábamos en Kathmandu.
Allí debíamos esperar hasta las 4 de la tarde para tomar el vuelo de Air India a Delhi. Entramos en Nepal otra vez (ya teníamos visa) y salimos. En la zona de embarque y después de pasar por scanners y nuevas revisiones encontramos un restaurante. Comimos tostados con jamón y queso, y con pollo y queso con papas fritas y pagamos con yuanes chinos, que no pudimos cambiar ni en Lhasa ni en Kathmandu.


Antes de subir al avión, en la pista, y después de pasar por los controles habituales, había otro control en el cual revisaban los bolsos de mano.


Otra hora de vuelo y estábamos en Delhi. Entramos otra vez en India y allí en la oficina de migraciones advirtieron que en mi visa había un problema. La visa de India, que me dieron en la Embajada india en Buenos Aires tenía mi foto y otra foto de un hombre que no tengo idea quien es. Yo no lo advertí ni se dieron cuenta cuando entré por primera vez al país. Finalmente la dieron por buena. Eran más o menos las cinco de la tarde y el avión a Doha - Buenos Aires salía a las 4,25 de la mañana. La espera se hizo larga, porque no nos dejaron pasar a la zona de embarque hasta las 12.
Mientras tanto compré chocolates y charlamos. Encontramos sillones muy cómodos para recostarnos. Se veía la luna llena:


A las 12 pasamos a la zona de embarque y me fui con Cristina a un bar a comer nuevos tostados.
El avión a Doha salió puntual y tardó unas cuatro horas y media, de las cuales dormí la mayor parte. Allí teníamos sólo una hora de espera para tomar el vuelo a Buenos Aires. También se veía la luna llena en Doha, la capital de Qatar, estaba amaneciendo y había mucha niebla:


Qatar es un país musulmán en la Península Arábiga y en el aeropuerto había hombres con túnicas blancas y turbantes, y mujeres vestidas de negro y tapadísimas.
En quince horas más llegamos a Ezeiza. Muchísima gente en Migraciones. 
Disfruté mucho este viaje. Es enriquecedor ver culturas tan diferentes. Llevé conmigo hasta antibióticos, pero sólo tomé un Ibupirac porque la altura el primer día me dio dolor de cabeza y un antialérgico porque se me irritaron los ojos. Ni yo ni mis compañeras de viaje tuvimos nunca problemas digestivos. Siempre tuvimos la precaución de usar agua mineral hasta para lavarnos los dientes.
Logramos pasar a Tibet a pesar de todos los problemas administrativos y la nieve, y si bien pasamos un poco de frío, ya fue compensado por el clima tropical de Buenos Aires.
Hasta el próximo viaje!!