VIAJE A BOLIVIA - TIAHUANACO

Martes 28/4/2015. Me desperté dos veces durante la noche con dolor de cabeza, pero esperé hasta las 7 para desayunar y no tomar Ibupirac con el estómago vacío. El desayuno en este hotel no es bueno, pero había papaya. El café de hoy era horrible.

Estos son los pesos bolivianos, un dolar equivale a 7 bolivianos.

A las 8 estaba esperando en la puerta y me vinieron a buscar para ir a Tiahuanaco. Pasamos por otros hoteles para buscar a otras personas, yo era la única sudamericana, incluso había dos rusos con su propio traductor. El sitio arqueológico está a 75 km de La Paz. En el camino se veía el Lago Titicaca.

Cuando llegamos, fuimos primero a dos museos que hay allí, donde explican que hacia el año 1000 DC, por razones desconocidas, se extinguió, y que los monumentos están restaurados en un 15%, el resto continúa enterrado, como en México.

Luego vimos la Pirámide de Akapana. Sólo una mínima parte está desenterrada, así que es difícil advertir la forma de pirámide. 

Allí encontré una cruz andina, que aparece en muchos sitios en Perú, y que no es un símbolo religioso, sino agrícola, para indicar momentos de siembra y cosecha.

El Templo del Inframundo también tiene una escalera con cruces andinas, monolitos y cabezas talladas en piedra. 

También vimos el Templo de las Piedras Paradas.

La estrella del lugar es la Puerta del Sol, que probablemente estaba adosada a paredes, no se sabe.

Los monolitos me recordaron a los moais de la Isla de Pascua.

Aquí vino el presidente Evo Morales a hacer una ofrenda a los dioses después de ser reelecto, según contó el guía. Dentro de Tiahuanaco está el restaurante Intiwara donde fuimos a comer. 

La mayoría eligió carne de llama, pero yo comí pollo, a la llama sólo le saqué una foto.

Después de comer fuimos a Pumapunku, otro templo del sitio, pero sólo hay piedras sueltas.

Volvimos a La Paz y la camioneta nos dejó a unas tres cuadras de mi hotel. Tomé un café en un bar y tomé un Ibupirac, porque otra vez me dolía la cabeza.

Descansé un rato y a las 8 fui al restaurante del hotel, comí lasagna y tomé vino boliviano.