Viernes 26/10/2018. Una maravilla empezar el día con esta exquisita papaya como desayuno.
A las 11,30 salía el bus hacia Manizales, de la Terminal del Sur. Tomé un taxi para llegar hasta allí. En realidad no era un bus sino una van de diez asientos, e iba lleno. Es camino de montaña y muy complicado, porque están haciendo reparaciones y en gran parte del trayecto había sólo un carril. Además en todo el camino había muchísimos camiones en ambos sentidos.
El conductor era imprudente, iba a gran velocidad por camino sinuoso y tuvo que frenar violentamente un par de veces. A las 14 hs. paró durante media hora en un restaurante de carretera para comer.
Gran parte del camino la ruta iba paralela a un río correntoso, y del color del Río de la Plata, bien marrón.
En una de sus adelantadas por el otro carril rozó a otro coche, se bajó y estuvimos quince minutos esperando que se terminara de pelear con el otro conductor.
A las 6 de la tarde lleganos a Manizales, y ya era de noche. Tomé un taxi a mi hotel en el centro de la ciudad.
Sábado 27/10/2018. Desayuné y salí a caminar por Manizales. Esté en la zona montañosa cafetera, y hay muchos desniveles en las calles.
Pasé por una oficina de turismo que había en el Parque Caldas, pero no pude arreglar para visitar una hacienda cafetera, era complicado llegar hasta allí. Así que me tomé el teleférico que atraviesa toda la ciudad. Lástima que el día era tan gris.
El teleférico llega hasta otro municipio llamado Villamaría. Allí me bajé, di una vuelta por la plaza y volví a tomar el teleférico de vuelta.
Cuando me bajé del teleférico tomé un bus que me dejó en el Monumento a los Colonizadores.
Bordeando una especie de balcón hacia abajo llegué a la Torre de Chipre, que es un mirador.
Se sube en ascensor y tiene un balcón cubierto de 360 grados. No era claro el día, pero igual se veía hasta bastante lejos.
En la misma torre de Chipre había un restaurant, y comí cerdo con puré. Al puré le pusieron queso rallado, y es una muy buena combinación.
Más tarde tomé otro bus con la idea de volver al Parque Caldas y de allí regresar caminando, pero me di cuenta que estábamos pasando por la misma puerta de mi hotel y me bajé.
Más tarde salí otra vez a caminar, pero la ciudad no es bonita.
A las 11,30 salía el bus hacia Manizales, de la Terminal del Sur. Tomé un taxi para llegar hasta allí. En realidad no era un bus sino una van de diez asientos, e iba lleno. Es camino de montaña y muy complicado, porque están haciendo reparaciones y en gran parte del trayecto había sólo un carril. Además en todo el camino había muchísimos camiones en ambos sentidos.
El conductor era imprudente, iba a gran velocidad por camino sinuoso y tuvo que frenar violentamente un par de veces. A las 14 hs. paró durante media hora en un restaurante de carretera para comer.
Gran parte del camino la ruta iba paralela a un río correntoso, y del color del Río de la Plata, bien marrón.
En una de sus adelantadas por el otro carril rozó a otro coche, se bajó y estuvimos quince minutos esperando que se terminara de pelear con el otro conductor.
Sábado 27/10/2018. Desayuné y salí a caminar por Manizales. Esté en la zona montañosa cafetera, y hay muchos desniveles en las calles.
Pasé por una oficina de turismo que había en el Parque Caldas, pero no pude arreglar para visitar una hacienda cafetera, era complicado llegar hasta allí. Así que me tomé el teleférico que atraviesa toda la ciudad. Lástima que el día era tan gris.
El teleférico llega hasta otro municipio llamado Villamaría. Allí me bajé, di una vuelta por la plaza y volví a tomar el teleférico de vuelta.
Cuando me bajé del teleférico tomé un bus que me dejó en el Monumento a los Colonizadores.
Se sube en ascensor y tiene un balcón cubierto de 360 grados. No era claro el día, pero igual se veía hasta bastante lejos.
En la misma torre de Chipre había un restaurant, y comí cerdo con puré. Al puré le pusieron queso rallado, y es una muy buena combinación.
Más tarde salí otra vez a caminar, pero la ciudad no es bonita.
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