En la Plaza del Entrevero (cuyo nombre oficial es Plaza Fabini) una grúa se llevaba un auto mal estacionado. Lo enganchó, lo levantó y se lo llevó.
La Plaza del Entrevero tiene una hermosa fuente en el centro y en la Avenida 18 de Julio, frente a la plaza. hay otro edificio con cúpula:
En el subsuelo de la plaza hay una muestra de arte, gratuita como todos los museos del Uruguay:
Esta instalación se llamaba "El Jardín de Alicia" y era un pasillo empapelado con espejo:
Frente a la plaza y sobre la Avenida 18 de Julio está este hermoso edificio donde funciona una sucursal del Banco de la República Oriental del Uruguay:
Frente a la Plaza Independencia está la Casa de Gobierno, sin vallas y sin rejas:
A la tarde tomamos un omnibus para ir a Pocitos, donde está el Castillo Pittamiglio y había visita guiada. Pittamiglio era un ingeniero y arquitecto uruguayo aficionado a la alquimia. Adentro no se permitía sacar fotos, pero le saqué varias desde afuera y desde la calle paralela. Tiene varias torres y debe haber sido bastante más espectacular sin edificios altos alrededor. En el frente, y mirando al mar, hay una réplica de la Victoria de Samotracia.
Esta es la entrada del Hotel Palacio, calle Bartolomé Mitre 1364, casi esquina Peatonal Sarandí:
Y estos algunos de los bonitos muebles antiguos de la habitación:
Viernes 15/3/2013. En muchas veredas de Montevideo hay baldosas de colores, pero nadie supo decirme si eran simplemente adornos o significaban algo más.
En el subsuelo de la Plaza Independencia está el Mausoleo de Artigas, y tuvimos la suerte de ver el cambio de guardia.
También sobre la Plaza Independencia está el Museo de la Casa de Gobierno, que es el Palacio Estevez (mi palacio!!). Allí se cuenta la historia del Uruguay y hay objetos que pertenecieron a los presidentes. También un video donde hay fotos de todos ellos y se indica el período en que ejercieron su mandato.
Cuando salimos del Museo, en la Plaza Independencia había una orquesta militar. Se celebra el centésimo aniversario de la Fuerza Aérea Uruguaya y se ven aviones volando en escuadra.
Después fuimos al Museo de Artes Decorativas, que es el Palacio Taranco frente a la Plaza Zabala. Era la casa de una familia muy rica y tiene hermosos muebles y vitrales.
Este es el mismo vitral visto desde la escalera de la entrada y desde adentro. El color es diferente según la luz que reciba:
Este es el frente del Palacio Taranco, de plano triangular, frente a Plaza Zabala:
Fuimos a almorzar al Mercado del Puerto. Lloviznaba. Muchísima gente en los restaurantes. Compartimos una provoleta y una brochette de lomo riquísima.
A la noche fuimos al Teatro Solís a ver la obra El Tobogán. Transcurre en los ´70 y es una comedia dramática. Muy buenos actores del elenco estable. Mucha gente en el teatro.
Sábado 16/3/2013. Fuimos a la Ciudad Vieja y tomamos un ómnibus al Barrio del Prado para ver el Museo Blanes. Vimos hermosos murales:
Montevideo es mucho más pequeña que Buenos Aires y mucho más tranquila. No hay embotellamientos, el tránsito es fluido y los ómnibus raramente llevan gente parada. Hay un guarda que vende los boletos, que valen 20 pesos uruguayos, o sea un dolar.
El Museo Blanes es un edificio neoclásico situado en un gran parque. Como era temprano y todavía estaba cerrado fuimos al Jardín Japonés que está justo detrás.
El edificio tiene un jardín de invierno con fuente y esculturas:
El Prado es un barrio de quintas y allí cerca estaba el Castillo Soneira, que está en reparaciones:
De allí nos tomamos otro ómnibus que nos llevó al Parque Rodó, sobte la costa. En el parque había un lago y gente en los botes, era sábado:
En Parque Rodó está el Museo de Arte. Se exponen obras de un pintor uruguayo que se llama Barradas. No me gustó mucho, pinta gente con caras sin rasgos.
El Museo está muy cerca de Playa Ramirez.
Domingo 17/3/2013. A las 8 de la mañana la ciudad estaba desierta, para conseguir un lugar donde desayunar tuvimos que caminar varias cuadras.
A las 12 salía el Buquebús a Buenos Aires. Nos dijeron en el hotel que había huelga de taxis, y el dueño nos ofreció llevarnos en su auto. Son las ventajas de este tipo de hoteles, algo así es impensable en un hotel grande.
El viaje fue tranquilo, el barco apenas se movía. Otra vez en Buenos Aires.
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