El remise
llegó puntual a las 4,45 y me llevó a la Terminal. Compré
el boleto a Los Antiguos y salió poco más de las 5,30. No iba lleno pero había
bastante gente. Dormí gran parte del viaje, aunque me despertaba cuando entraba
en los pueblos. El paisaje era bastante aburrido, sólo meseta patagónica, y eso
recién a partir de las 7,30 que amaneció. Algunos pueblos en los que paró ni
siquiera tenían cartel, sí la
Terminal de Pico Truncado. El paisaje cambió completamente
cuando llegamos a Perito Moreno, donde hay mucha vegetación, muchos álamos.
A
la derecha del ómnibus apareció el lago Buenos Aires, inmenso y con olas como
el mar (y yo sentada del otro lado). A las 12 del mediodía llegamos a Los
Antiguos. En Internet leí que no había Terminal, pero es mentira, sí hay, en la Av. Tehuelches.
Pregunté a un
remisero y me llamó a otro desde su teléfono, y por fin llegué al Hotel Mora,
en la Av. Costanera.
Se ve muy
poca gente en el pueblo. El lago es impactante, y se ve desde las ventanas de
mi cuarto y de mi baño. Sólo se escucha el ruido del viento.
Dejé mis
cosas en el cuarto y fui al bar del hotel a comer algo, desde el sándwich del
bar del aeropuerto a las 2 de la mañana no había comido nada. Comí un sándwich
de pollo sentada mirando el lago. Cerré las cortinas del cuarto y me dormí dos
horas.
Cuando me
desperté estuve tratando de averiguar cómo ir a hacer algunas excursiones por
la zona, pero parece que no es muy fácil fuera de temporada. Hay una agencia
Chelenco Tours que según dice en su página de Internet hace excursiones todos
los días del año, pero parece que en la práctica no es así.
Caminé
hasta el centro por la avenida 11 de Julio y volví. Los de Chelenco Tours no
estaban en el horario que ellos mismos dicen que están. No hace frío pero sí
mucho viento.
Esta es la Av. Costanera:
Esta es la Av. Costanera:
Finalmente
arreglé con el remisero que me trajo al hotel para ir mañana domingo al Monte
Zeballos, que lleva también otra persona. Para ir a la Cueva de las Manos me
quieren cobrar $ 1.200 y me parece desproporcionado.
Cené en el
hotel y me fui a dormir.
Gracias por todos estis datos, hace mucho quiero ir, pero está tan bien narrado que me llevó al lugar lo que escribiste. Me paso en el calafate que llegué y pese al viento me comí un sandwich gigante de pollo a orillas del lago Argentino.. experiencia única. Saludos
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