Martes 25/4/2017. Llovía fuerte, y en Mendoza no suele llover. Desayunamos como si fuera la última vez, y a las 9 de la mañana nos vinieron a buscar para hacer el city tour incluido en el circuito.
Así se veía la Casa de Gobierno a través de la lluvia. Muy cerca están los Tribunales.
Me bajé para sacar otra foto.
Después fuimos al Parque San Martín y nos bajamos a caminar, ya casi no llovía.
Subimos al Cerro de las Rosas, vimos otra vez el Monumento al Ejército de los Andes y al bajar del cerro, otra vez el anfiteatro donde se festeja la Vendimia.
En el parque San Martín encontré este precioso árbol que se llama arce azucarero.
Ya en la ciudad, el ómnibus dejó a la gente en sus respectivos hoteles. Nosotras fuimos las últimas, y en ese recorrido me dediqué a admirar los árboles que hay en todas las calles de la ciudad. Sorprendente en un lugar que originalmente era un desierto.
Más tarde salimos a caminar por la Alameda, que es el límite de la ciudad nueva, y fuimos a la calle Corrientes al 300. Allí vivió el Gral San Martín cuando era gobernador de Mendoza y allí nació su hija Merceditas. Actualmente están trabajando los arqueólogos.
Volvimos a las ruinas de la Iglesia de San Francisco y al área fundacional.
En este edificio funciona el Museo del Area Fundacional, en el lugar donde originalmente estaba el Cabildo y que posteriormente fue un matadero. Entramos al museo pero sólo al primer salón porque también está en reparaciones. A través de un cristal en el piso se ve la construcción original. Una guía que se llama Vanesa nos llevó a la plaza y nuevamente a las ruinas de San Francisco, y entramos con ella.
Esta es la plaza Pedro del Castillo, en el área fundacional, que recuerda al fundador de la ciudad en 1561.
Frente a la plaza está este mural que muestra cómo era la iglesia antes de ser destruida por el terremoto de 1861.
Volviendo a la ciudad nueva, me gustó este edificio con los balconcitos redondos.
Por la peatonal Sarmiento, fuimos a comer pizza a un restaurante que se llama Zitto.
Yo quería ver el Museo del Pasado Cuyano, que está en Montevideo al 500, pero estaba cerrado, sólo abre a la mañana. Funciona en una de los edificios más antiguos de la ciudad.
Cenamos en el hotel, la comida es muy rica.
Acá haciéndole honor al malbec mendocino.
Así se veía la Casa de Gobierno a través de la lluvia. Muy cerca están los Tribunales.
Me bajé para sacar otra foto.
Después fuimos al Parque San Martín y nos bajamos a caminar, ya casi no llovía.
Subimos al Cerro de las Rosas, vimos otra vez el Monumento al Ejército de los Andes y al bajar del cerro, otra vez el anfiteatro donde se festeja la Vendimia.
Ya en la ciudad, el ómnibus dejó a la gente en sus respectivos hoteles. Nosotras fuimos las últimas, y en ese recorrido me dediqué a admirar los árboles que hay en todas las calles de la ciudad. Sorprendente en un lugar que originalmente era un desierto.
Más tarde salimos a caminar por la Alameda, que es el límite de la ciudad nueva, y fuimos a la calle Corrientes al 300. Allí vivió el Gral San Martín cuando era gobernador de Mendoza y allí nació su hija Merceditas. Actualmente están trabajando los arqueólogos.
Volvimos a las ruinas de la Iglesia de San Francisco y al área fundacional.
En este edificio funciona el Museo del Area Fundacional, en el lugar donde originalmente estaba el Cabildo y que posteriormente fue un matadero. Entramos al museo pero sólo al primer salón porque también está en reparaciones. A través de un cristal en el piso se ve la construcción original. Una guía que se llama Vanesa nos llevó a la plaza y nuevamente a las ruinas de San Francisco, y entramos con ella.
Esta es la plaza Pedro del Castillo, en el área fundacional, que recuerda al fundador de la ciudad en 1561.
Frente a la plaza está este mural que muestra cómo era la iglesia antes de ser destruida por el terremoto de 1861.
Volviendo a la ciudad nueva, me gustó este edificio con los balconcitos redondos.
Por la peatonal Sarmiento, fuimos a comer pizza a un restaurante que se llama Zitto.
Yo quería ver el Museo del Pasado Cuyano, que está en Montevideo al 500, pero estaba cerrado, sólo abre a la mañana. Funciona en una de los edificios más antiguos de la ciudad.
Cenamos en el hotel, la comida es muy rica.
Acá haciéndole honor al malbec mendocino.
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