Miércoles 28/3/2018. Anoche no me podía dormir porque tenía la nariz tapada, tanto frio en la parte superior del bus me hizo resfriar. Me levanté a tomar un ibupirac y dormi hasta las 10.
Me fui caminando hasta la fuente de Tritón, de allí salen todos los buses, y hoy quería ir a Mdina y Rabat.
Cuando pasé por el Palacio del Gran Maestre, que es la Casa de Gobierno, los soldados estaban haciendo una ceremonia.
En una media hora estaba en Mdina, que era la capital de Malta durante la Edad Media. Está en el interior, lejos del mar, porque en esa época las costas eran muy peligrosas por los ataques de los piratas. Es una ciudad amurallada y peatonal, toda de piedra, y me recordó mucho a Sicilia.
Caminé hasta encontrar la Casa Romana, porque tenía un circuito guiado que empezaba allí.
Desde allí entré a Mdina por la puerta Griega.
Es un día de sol pero a la sombra se siente el viento frio.
Hermosa ciudad, toda de color ocre y muy bien conservada, llena de palacios y de iglesias. Salí por la puerta principal para ir a Rabat, que está pegada.
Acá en Rabat hay catacumbas, pero no fui porque me dan claustrofobia.
Frente a esta iglesia había un kiosco y me compré un cannoli maltés, parecidos a los sicilianos.
Acá dicen que estos balcones son típicos de Malta, pero en Lima también hay.
Tomé el bus de vuelta a Valletta, me bajé en la fuente de Tritón y caminé hacia el sur. Estas ruinas están en la calle República, a la izquierda de la foto, y eran el Teatro de Opera de Malta, que fue bombardeado en 1942, durante la Segunda Guerra. También se ve la bandera de Malta, que es mitad blanca y mitad roja. En la parte blanca tiene la condecoración que le dio el rey británico Jorge VI al pueblo de Malta por su valentía durante la Segunda Guerra Mundial, porque según dicen no hubo lugar más bombardeado que estas islas.
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Caminando por República vi el Museo Arqueológico y entré. Malta está habitada desde 6000 A.C., por los objetos que se han encontrado. En el Museo hay objetos de los diversos pueblos que ocuparon estas islas, especialmente los fenicios y los romanos.
Los fenicios eran comerciantes y necesitaban un lugar donde proteger sus barcos de las tormentas durante sus expediciones. Trajeron su escritura a Malta, y Diodoro de Sicilia escribió una crónica sobre sus asentamientos aquí.
Los romanos la llamaron Melita y la ocuparon desde 218 A.C. hasta 535. En la época de la conquista empezaba la segunda guerra púnica contra los cartagineses y la ubicación de Malta era muy cercana a Cartago.
En el Museo estaba esta línea de tiempo que ubica los templos megalíticos malteses, muy anteriores a Stonehenge.
El Museo funciona en un antiguo palacio del siglo XVI, y hay cristales en el piso que muestran los antiguos cimientos.
También hace mención de los "carts ruts" (surcos de carros), que me interesó especialmente porque me fascinan los enigmas históricos.
Son surcos cuyo origen se desconoce y algunos llegan hasta la orilla del mar. Hay distintas teorías, que refieren al transporte de la piedra caliza de la isla, a canales para transportar el agua de lluvia, pero nadie conoce su origen.
Me fui caminando hasta la fuente de Tritón, de allí salen todos los buses, y hoy quería ir a Mdina y Rabat.
Cuando pasé por el Palacio del Gran Maestre, que es la Casa de Gobierno, los soldados estaban haciendo una ceremonia.
En una media hora estaba en Mdina, que era la capital de Malta durante la Edad Media. Está en el interior, lejos del mar, porque en esa época las costas eran muy peligrosas por los ataques de los piratas. Es una ciudad amurallada y peatonal, toda de piedra, y me recordó mucho a Sicilia.
Caminé hasta encontrar la Casa Romana, porque tenía un circuito guiado que empezaba allí.
La Casa Romana pertenecía a un noble y fue encontrada por casualidad. Construyeron un pequeño museo para resguardar los restos.
Desde allí entré a Mdina por la puerta Griega.
Desde la Muralla se ven los campos circundantes.
Es un día de sol pero a la sombra se siente el viento frio.
Hermosa ciudad, toda de color ocre y muy bien conservada, llena de palacios y de iglesias. Salí por la puerta principal para ir a Rabat, que está pegada.
Acá en Rabat hay catacumbas, pero no fui porque me dan claustrofobia.
Frente a esta iglesia había un kiosco y me compré un cannoli maltés, parecidos a los sicilianos.
Acá dicen que estos balcones son típicos de Malta, pero en Lima también hay.
Tomé el bus de vuelta a Valletta, me bajé en la fuente de Tritón y caminé hacia el sur. Estas ruinas están en la calle República, a la izquierda de la foto, y eran el Teatro de Opera de Malta, que fue bombardeado en 1942, durante la Segunda Guerra. También se ve la bandera de Malta, que es mitad blanca y mitad roja. En la parte blanca tiene la condecoración que le dio el rey británico Jorge VI al pueblo de Malta por su valentía durante la Segunda Guerra Mundial, porque según dicen no hubo lugar más bombardeado que estas islas.
,Caminando por República vi el Museo Arqueológico y entré. Malta está habitada desde 6000 A.C., por los objetos que se han encontrado. En el Museo hay objetos de los diversos pueblos que ocuparon estas islas, especialmente los fenicios y los romanos.
Los fenicios eran comerciantes y necesitaban un lugar donde proteger sus barcos de las tormentas durante sus expediciones. Trajeron su escritura a Malta, y Diodoro de Sicilia escribió una crónica sobre sus asentamientos aquí.
Los romanos la llamaron Melita y la ocuparon desde 218 A.C. hasta 535. En la época de la conquista empezaba la segunda guerra púnica contra los cartagineses y la ubicación de Malta era muy cercana a Cartago.
En el Museo estaba esta línea de tiempo que ubica los templos megalíticos malteses, muy anteriores a Stonehenge.
El Museo funciona en un antiguo palacio del siglo XVI, y hay cristales en el piso que muestran los antiguos cimientos.
También hace mención de los "carts ruts" (surcos de carros), que me interesó especialmente porque me fascinan los enigmas históricos.
Son surcos cuyo origen se desconoce y algunos llegan hasta la orilla del mar. Hay distintas teorías, que refieren al transporte de la piedra caliza de la isla, a canales para transportar el agua de lluvia, pero nadie conoce su origen.
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