Sábado 24/10/2015: Llegó el día de La Trochita, el Viejo Expreso Patagónico, que fue mi principal motivación para venir a Esquel. Salí a las 9 y fui caminando a la estación, eran unas diez cuadras del hotel. Llegué a las 9 30 y ya había muchísima gente. De dónde salió tanta gente?
Apareció la locomotora y empezó a hacer maniobras para ponerse delante de los vagones. Es a vapor y larga mucho humo blanco.
Le dicen "La Trochita" porque entre ambas vías sólo hay 75 cm. En sus inicios, a principios del siglo XIX, fue tren de carga, más tarde de pasajeros, y actualmente es sólo turístico.
A las diez en punto subí a mí vagón, que compartí con un grupo de adolescentes en viaje de egresados (los estudiantes y los jubilados pagamos entrada reducida). Va muy despacito y el paisaje es muy lindo, montañas y pinos.
Mi vagón era el último, y según dijo la guía, era ideal para sacar fotos del tren cuando tomaba curvas, y eso hice.
Cuando cruza una ruta, como no hay barreras, hay un auto que sigue al tren y hace de guardabarreras, una de las rutas que cruza es la famosa 40.
El vagón que me tocó tenía asientos de madera y una salamandra que calentaba mucho, y mi asiento estaba justo al lado.
Tardó una hora en llegar a Nahuel Pan, que está a 19 km de Esquel. Bajamos y hacía mucho, pero mucho frío. Allí hay una feria artesanal y casitas que venden café y gaseosas, me compré un café y una torta frita.
Otra vez la locomotora hizo maniobras para colocarse delante de los vagones y volvimos a Esquel.
Antes de bajarme fui a ver cómo eran los demás vagones.
Me fui a comer al restaurante de la terminal y volví caminando al hotel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario