Miércoles 28/8/2013. A las 9,20 salía el vuelo a Iguazú, o eso creía
yo. Llegué a las 7,30 a Aeroparque y me enteré que Aerolíneas Argentinas lo
había reprogramado para las 4 de la tarde. Tuve que pagar para que me cambiaran
el pasaje de ida para el avión que iba a Posadas a las 9,50. Moraleja: no
confiar nunca más en la página oficial de Aeropuertos (el día anterior había
chequeado que el vuelo saliera en horario y estaba todo en orden). En
Aerolíneas no suelo confiar, este pasaje era un canje de millas.
Llegué a Posadas, tomé un remise hasta la estación de ómnibus y allí
un colectivo que me llevó a San Ignacio. La ruta bordea el río Paraná:
Me preguntaron donde quería bajar y
dije que lo más cerca posible del centro. Me bajé en “el arco”, que es la
entrada del pueblo sobre la ruta 12. Allí mismo había una oficina de turismo y
me indicaron cómo llegar al hotel La
Toscana : tuve que caminar unos 300 metros por el costado de
la ruta y después 100 metros a la derecha.
Dejé mis cosas en el hotel y me fui a ver las famosas ruinas de la
misión jesuítica, que estaban a unas diez cuadras.
En el pueblo había muy poca gente:
En las Ruinas había una guía que nos contó la historia del lugar –que se conoce por
los informes que los jesuitas enviaban cada mes a España-, y nos mostró las
casas de los guaraníes que vivían allá en un régimen comunitario, la gran plaza
de armas y los restos de la enorme iglesia. También nos contó que, una vez
expulsados los jesuitas de los territorios españoles comenzó la decadencia y la
selva invadió el lugar. Horacio Quiroga fue quien lo redescubrió a principios
del siglo XX y hubo que desmalezarlo.
Hay allí un museo donde se muestran objetos encontrados allí, láminas
con explicaciones y una maqueta de cómo era la misión:
Este es el edificio del Museo:
Volví caminando al hotel. Le pregunté a la dueña cómo ir a la casa de
Horacio Quiroga, que vivió en esta zona y los horarios de los ómnibus para
viajar a El Soberbio, pero me mandó a la oficina de turismo.
El hotel es de una familia con dos hijos grandes, todos italianos de
Livorno. La madre vivió en Argentina de chica, volvió a Italia, donde se casó y
tuvo sus hijos, y volvió con toda la familia a radicarse aquí. Una historia
increíble. El hotel es sencillo pero acogedor.
Después de descansar un rato me fui otra vez por la ruta a la oficina
de turismo. El empleado me dijo que la casa de Horacio Quiroga está abierta de
8 a 18, pero para averiguar los horarios de ómnibus a El Soberbio me mandó a la Terminal , que está allí a
200 metros sobre la misma ruta 12. A las 10,30, a las 15,30 y a las 16,30 hay
ómnibus que hacen el trayecto San Ignacio-El Soberbio.
No es la primera vez que la veo pero siempre me sorprende la tierra colorada de Misiones:
De allí me tomé un remise y fui otra vez a las ruinas, porque a las 19
horas hay un espectáculo de luces y
sonidos.
Llegué temprano, así que tomé un café en un bar que había enfrente. No
había nadie en el bar, la chica que atendía estaba sentada en una de las mesas
de afuera. Se fue adentro a preparar el café que le pedí y dejó su celular
arriba de la mesa en la cual había estado sentada. Así de seguro es el pueblo.
Había dos grupos de chicos de secundaria para ver el espectáculo.
Eramos unas 80 personas en total. Proyectaban figuras en paredes, o en los
árboles, e incluso en el piso. Eran figuras blancas como fantasmas, y
representaban la vida de los guaraníes, su gusto por la música, que aceptaban
las normas de los jesuitas porque afuera estaban en peligro por los cazadores
brasileños de esclavos. Se casaban muy jóvenes, de adolescentes casi niños, los
hombres debían trabajar la tierra común varias veces por semana y las mujeres
hilar. Las viudas tenían su propio sector, y cada grupo tenía su jefe, o
cacique, que era el que trataba con los jesuitas. Mostraron también la
expulsión de los jesuitas y el avance de la selva sobre las construcciones.
Le había pedido al remisero que me viniera a buscar a la salida.
Aunque el pueblo es muy seguro no quería caminar diez cuadras en la oscuridad.
Volví al hotel y me llamaron al delivery, que me trajo una pizza.
Hacía frio, pero el split funcionaba muy bien.
Hola! que pena lo de tu vuelo, te recomiendo buscar vuelos de latam, suele ser mas confiable (no siempre jaja) pero hay muchas ofertas que tembien te pueden servir, lo mismo que para los hoteles, yo siempre voy al saint george http://www.hotelsaintgeorge.com/ ya que es el que mas me gusta, pero siempre tenes la oportunidad de encontrar ofertas y demás, lo mejor es leer los comentarios de los huespedes, por ejemplo en tripadvisor . Misiones es un hermoso lugar, desde donde lo mires. :)
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