Jueves 3/4/2014.
Hoy me relajé y me levanté más tarde porque iba al Atomium y abría a las 10. Ya me acostumbré a las luces del Centre Monnaie.
Tomé el metro e
hice la combinación y llegué a la estación Heysel. Esta línea en algunos tramos
va por la superficie y al llegar ya se veía el Atomium.
Atravesé la playa
de estacionamiento y compré el ticket. En un ascensor se sube hasta el nivel 7,
donde hay una vista de 360 grados de Bruselas.
El ascensor baja
otra vez al nivel 0 y desde allí hasta el nivel 3 hay escaleras mecánicas. Más
arriba hay que subir por escaleras comunes, y algunas son muy largas!!
En los niveles
inferiores hay una exposición sobre la historia de la construcción del Atomium
y de muebles diseñados por arquitectos belgas.
El Atomium fue construido para
la Expo 58 y
representa los nueve átomos de un cristal de hierro,
Al bajar en uno de
los pisos hay un tramo de escalera mecánica con juego de luces.
En la salida, un
grupo de niños invadió el cartel que decía “Be welcome”.
Cuando salí de
allí decidí ir a Mini Europe, que son maquetas de edificios famosos de Europa.
Decían que era para niños, pero yo quería verlo y me encantó, y no era la única
adulta recorriendo el parque.
En Mini Europe hay
un restaurante y comí una especie de empanadas de pollo que se llaman samosas,
con relleno muy picante, con papas fritas.
Después empecé a
recorrer las maquetas, que están todas hechas a una escala 25 veces menor a
los edificios originales. En la mayoría si uno aprieta un botón suena el himno
del país al que pertenece, pero en la
Plaza de Toros de Sevilla, llena de público, se escuchaba el
rugir del toro y el “olé” de la gente.
El Vesubio echaba humo y hacía temblar
el piso.
Frente al Palacio Ducal de Venecia navegaban las góndolas.
En el
aeropuerto un avión carreteaba y había un tren que andaba entre los edificios.
La Acropolis de Atenas, la Iglesia Azul de Ljubjana y el Reloj Astronómico de Praga:
El Arco de Brandemburgo, la Piazza del Duomo en Pisa y la Catedral de Santiago de Compostela:
El Parlamento de Londres:
La Iglesia del Sacre Coeur de París tenía vitrales:
Todo muy bien hecho y con un grado de fidelidad a los originales sorprendente
(por lo menos de los que yo conozco).
Cuando terminé de
recorrerlo tomé el metro otra vez a De Bruckere. La estación Heysel tiene
aspecto de ser nueva y tiene una decoración muy bonita.
Pasé por el hotel
(la salida de De Bruckere está pegada a la puerta), tomé un café y me fui a la Casa del Rey, en la Grand Place , donde está el
Museo de la Ciudad.
Allí hay cerámica
de Bruselas, cuadros, gobelinos, maquetas de la ciudad en los siglos XIII y XVII y el
variado vestuario del Manneken Pis, el niño que hace pis, uno de los símbolos
de la ciudad, a quien disfrazan cuando hay fiesta, porque habitualmente está
desnudo.
De allí me fui a
ver la famosa estatua, que está cerca de la Grand Place , y que se ve muy
pequeñito.
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