Domingo 1/2/2015. Anoche
me despertó la música varias veces, y en un momento escuché que llovía. Tuve la
mala suerte de llegar a esta preciosa ciudad un fin de semana largo y hay mucho
turismo de otras zonas del país.
Esta es la vista desde mi balcón del Mesón de Juan Valle:
En este hotel no hay
desayuno, así que me fui a comprar un café y unas magdalenas al Oxxo de aquí a
la vuelta. Después me fui a caminar y a disfrutar la ciudad sin gente, todos
los que estaban de fiesta anoche todavía dormían.
Me costó bastante
encontrar el Callejón del Beso, que recomendaba mi guía, y tuve que preguntar
varias veces. Hay una historia bastante increíble que repiten los guías sobre
dos amantes que se besaban de balcón a balcón.
A las 10,30 volví porque
me venían a buscar para ir a la excursión a Dolores Hidalgo y San Miguel
Allende, las ciudades donde se gestó la independencia de México. Llegaron a las
10,55. Ya había 14 personas dentro de la camioneta y yo era la última. El único
asiento que quedaba libre era muy incómodo, y era difícil acceder a él.
La primera parada fue en
en Hotel Castillo de Santa Cecilia, construido en piedra sobre una antigua mina
de plata lejos del centro de Guanajuato.
Le dije al conductor que el transporte
era muy incómodo y que yo no tenía la culpa de que me hubiera venido a buscar
última, y se molestó conmigo para todo el día. Una señora que estaba en el
asiento de adelante mandó atrás a una nena y me cambié de asiento, pero igual
no era cómodo.
Cuando salimos del Hotel
Castillo de Santa Cecilia tomamos un camino de montaña hacia Dolores Hidalgo.
El conductor-guía puso música mexicana y contó vida y
obra de José Alfredo Jiménez, que para los
demás, que eran todos mexicanos, era conocido, pero para mi no. Reconocí las canciones que pasó
como las tradicionales de música mexicana, y este hombre es el autor.
La música y la biografía
eran porque la primer parada en Dolores Hidalgo era en el Cementerio y en la
tumba del cantautor, con forma de sombrero mexicano. Pero a mi me interesaba la
historia de la independencia!!
Después llegamos a
Dolores Hidalgo, donde el cura Miguel Hidalgo inició el proceso de la
independencia de México el 16 de septiembre de 1810, con el “Grito de Dolores”, justo frente a esta iglesia:
Lo primero que hizo
nuestro conductor-guía fue llevarnos a una heladería en un puesto de la plaza,
porque parece que los helados de la ciudad son famosos. Había de los gustos más
extraños: queso, tequila, camarones. Nos dieron a probar varios gustos, y todos
compraron enormes helados, pero yo no. Los mexicanos comen sin cesar.
Fuimos a un museo
bastante pobre, que pertenece a los descendientes de Hidalgo, que era cura pero
tuvo cinco hijos de tres mujeres distintas. Más tarde lo excomulgaron, pero no
porque tuviera hijos, que al parecer era aceptado, sino por rebelde.
El conductor-guía mostró
la iglesia donde Miguel Hidalgo pegó el “Grito de Dolores” y dijo que lo que
quería era eliminar los privilegios que tenían los españoles, y los indígenas y
los criollos no tenían, y que era leal a Fernando VII. Le pregunté cómo podía ser
leal a la corona española si luchaba por la independencia, porque no me parecía
lógico, pero me contestó cualquier cosa, tenía su libreto y no le gustaba que
lo objetaran. A partir de ese momento no le pregunté más nada. Nos dio media
hora para que camináramos por el centro.
Al salir, hizo la parada
obligada de todo tour, en un negocio de artesanías.
De allí fuimos al
santuario de Atotonilco, y el guía hizo hincapié en la iglesia, pero en
realidad por allí pasó Miguel Hidalgo para pedir la protección de la Virgen de Guadalupe después
del “Grito de Dolores”. Ni entré en la iglesia. Allí afuera está la escultura de Miguel Hidalgo:
Fuimos a San Miguel de
Allende, que era la siguiente parada. Nos hizo bajar en un restaurante y nos
dijo que ya teníamos preparada la mesa. La mitad de la gente del grupo se fue,
sólo nos quedamos una familia mexicana y yo. Me quedé porque el guía había ido
a estacionar y no venía, y si me iba a comer a otro lado no iba a saber donde
encontrarlos.
La comida era rica, pedí
pechuga de pollo a la plancha, que venía con papas fritas, arroz y ensalada,
como en Cuba.
Más tarde apareció el
guía y cuando vio que éramos sólo siete y que los demás se habían ido se
terminó de poner de mal humor.
Nos dijo que a las 6 de
la tarde nos esperaba en la casa de los Condes de la Canal en la esquina de la
plaza, que era a dos cuadras del restaurante.
Di unas vueltas por la
plaza, muchísima gente por el fin de semana largo, vendedores de globos, de
comida, de baratijas, y mariachis cantando.
En esta ciudad nació
Ignacio Allende, otro de los héroes de la independencia junto a Miguel Hidalgo.
Ambos fueron fusilados en Chihuahua en 1811.
El guía apareció 18,20 y
volvimos a Guanajuato por otro camino, fue un recorrido circular. Me dejó en la Alhóndiga de Granaditas,
que está a dos cuadras de mi hotel. Ya eran las ocho de la noche.
Me compré un café y un
sándwich para comer más tarde, el almuerzo fue a las cuatro y no tenía hambre
todavía.
En resumen, conocí las
ciudades donde se gestó la independencia de México, aunque podría haber sido
mejor. Para evitar: Agencia de viajes MO-O-TI, y sobre todo, camioneta verde
matrícula GU0045 y guía Oscar (el único mexicano mala onda que encontré en todo
este largo viaje).