Sábado 31/1/2015. Otra vez desayuné con papaya y tomé un taxi para ir a la Terminal , porque a las 11
salía mi ómnibus a Guanajuato.
Salió puntual y a las dos
de la tarde llegó a León. En la carretera había muchísima gente. Pregunté qué
era y me dijeron que una procesión por San Juan de los Lagos, y que venía gente
de todo el país. Son exageradamente religiosos los mexicanos.
Este ómnibus iba
completo. En León bajó mucha gente y se volvió a completar con los que
subieron.
A las 15,45 llegamos a
Guanajuato. En la misma Terminal me ofrecieron excursiones y contraté una para
ir a Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende mañana. Estas dos ciudades están
muy relacionadas con la independencia de México. También compré mi ticket para
viajar al Deefe el lunes, ya se acaba mi viaje.
Tomé un taxi para ir a mi
hotel en el centro. Son 7 km por un camino muy bonito entre montañas y con un
túnel.
Mi hotel está a 30 metros
de la Casa Museo
Diego Rivera, donde nació y vivió de niño. En la esquina hay una escultura de
él.
Dejé mi equipaje y fui al
Museo. Es una casa muy grande y de cuatro pisos, pero la modernizaron sin
respetar el estilo. Hay cuadros de Diego Rivera, muebles de la época en que él
vivió allí y una exposición de fotografías. También hay una reproducción del
mural que vi en el Deefe y que se llama “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central ”.
Cerca de la iglesia hay
otro museo que es la
Alhóndiga de Granaditas, pero cuando llegué ya estaba
cerrado.
Guanajuato es diferente a
las demás ciudades mexicanas. No tiene forma de cuadrícula, sino que sus calles
son sinuosas, hay subidas y bajadas, escaleras y túneles, es extraña y muy
pintoresca.
Me fui caminando por las
callecitas, ví la iglesia amarilla y naranja, la Plaza de la Paz y el impresionante
edificio de la Universidad
de Guanajuato. También vi el Teatro Juarez, el Teatro Principal y el Mercado
Hidalgo.
Hay muchísima gente, el
taxista me dijo que el viernes 30 y el lunes 2 son feriados.
Ya se estaba haciendo de
noche y tenía un poco de frío. Tuve que preguntar para encontrar el hotel. Me
puse más abrigo y salí a comer algo. Encontré un KFC, es el segundo que
encuentro en México y es la segunda decepción, los trozos de pollo son de pata
y muslo y tienen hueso, no me gustó.
Tanto caminar, subir y
bajar cuestas, tuve que tomar una aspirina porque me dolían las piernas.
Con tan buena comida que venden en Guanajuato comer en el KFC?
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