Martes 25/7/2017. A las 9,30 tomé otra vez el subte uptown para ir al Museo de la Ciudad de Nueva York, que está en la Quinta Avenida y la calle 103, frente al Central Park. Tuve que recargar mi MetroCard porque casi no me quedaba saldo, es caro, son 2,75 dolares por tramo. El ticket del bus turístico incluía la entrada al museo.
Es un museo muy moderno, con audios y pantallas, y muy interesante. Cuenta la historia de la ciudad desde 1606, cuando fue fundada por los holandeses, que la llamaron New Ámsterdam, hasta ahora, y como se enriqueció culturalmente gracias a la inmigración.
También vi una película de media hora con imágenes antiguas y modernas de la ciudad.
Cuando salí del Museo entré en el Central Park, que está muy cuidado y muy verde. En esa zona, al noreste, está uno de los lagos. Hay un cartel que dice que 20.000 personas trabajaron durante veinte años para construirlo y se fue inaugurando por partes.
Volví en el subte al hotel a descansar un rato y más tarde fui caminando al Empire State Building.
Había mucha gente, la mayoría chinos. Pasé el scanner y subí en el ascensor al piso 70, donde hay un gran salón donde se ve la ciudad en 360 grados.
Otro ascensor me llevó al piso 86, donde está la terraza al aire libre.
Este edificio es un negocio fabuloso. Miles de personas suben por día, pagando 33 dólares cada una, ofrecen fotos y tienen una tienda de souvenirs.
Volví al hotel y por suerte Internet funcionaba bien otra vez.
Es un museo muy moderno, con audios y pantallas, y muy interesante. Cuenta la historia de la ciudad desde 1606, cuando fue fundada por los holandeses, que la llamaron New Ámsterdam, hasta ahora, y como se enriqueció culturalmente gracias a la inmigración.
También vi una película de media hora con imágenes antiguas y modernas de la ciudad.
Cuando salí del Museo entré en el Central Park, que está muy cuidado y muy verde. En esa zona, al noreste, está uno de los lagos. Hay un cartel que dice que 20.000 personas trabajaron durante veinte años para construirlo y se fue inaugurando por partes.
Volví en el subte al hotel a descansar un rato y más tarde fui caminando al Empire State Building.
Había mucha gente, la mayoría chinos. Pasé el scanner y subí en el ascensor al piso 70, donde hay un gran salón donde se ve la ciudad en 360 grados.
Otro ascensor me llevó al piso 86, donde está la terraza al aire libre.
Este edificio es un negocio fabuloso. Miles de personas suben por día, pagando 33 dólares cada una, ofrecen fotos y tienen una tienda de souvenirs.
Volví al hotel y por suerte Internet funcionaba bien otra vez.
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