domingo, 31 de enero de 2016

VIAJE A INDOCHINA - DE BUENOS AIRES A BANGKOK, TAILANDIA

Martes 12/1/2016. El avión de Emirates salió puntual a las 21,30. En tres horas llegó a Río de Janeiro pero no bajamos de avión. Bajó mucha gente y subieron otros. De allí fue directo a Dubai, dieciocho horas y media en total.



La oferta de comida era permanente, y perdí la cuenta si se trataba de desayunos, almuerzos o cenas. Hay siete horas de diferencia entre Buenos Aires y Dubai.


Miércoles 13/1/2016. Llegamos a Dubai a las 10 de la noche. Nos llevaron en ómnibus a la terminal. El aeropuerto de Dubai es espectacular, hay una cascada en el hueco de los ascensores.



Como tenía una pausa de cuatro horas hasta la salida del vuelo a Bangkok usé por primera vez mi tarjeta Priority Pass, con la cual pude ingresar al Marhaba Lounge. Alli hay comida y salones de espera. Fui al baño y me sone la nariz con papel higiénico: era perfumado.




Jueves 14/1/2016. A las 3,05 salió el vuelo a Bangkok, en el Airbus 380, el avión más grande del mundo, de dos pisos. Mas comida. 


Cinco horas más y llegamos a Bangkok, capital de Tai!andia. Diez horas de diferencia horaria con Buenos Aires.



Habia enormes fi!as de personas en Migraciones. Cuando estabamos llegando nos dijeron que los que veníamos de América del Sur y de África debíamos hacer un trámite previo mostrando el certificado de vacunación contra la fiebre amari!!a. Lo hicimos y completamos el ingreso al país. Los argentinos no necesitamos visa para ingresar en Tailandia.
Nos estaba esperando una tailandesa pequeñita que se llamaba Me, con zapati!las color turquesa (eso nos ayudó a identificarla entre tanta gente parecida). Salí a fumar y el calor era agobiante. Debimos esperar un buen rato que otros pasajeros que compartian el transfer con nosotros completaran el trámite en Migraciones.
Tardamos 45 minutos en llegar al hotel en el centro de Bangkok. El tráfico es demencial, miles de autos, motos y bicicletas queriendo pasar primero, mucho peor que en India.




Lindo el Holiday Inn Bangkok, pero sólo había internet en el lobby, y las ventanas cerradas con llave, que me dan sensación de encierro y angustia.

Me bañé y dormí dos horas para recuperarme de semejante viaje. Después salimos a caminar con mi amiga Bruni y comimos en el KFC.



Muchísimos puestos callejeros de comida y ropa. Volvimos al hotel, que está en pleno centro de Bangkok.

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