Miércoles 24/10/2018. El desayuno del Hotel Nutibara no es excelente, pero había papaya, que compensa cualquier defecto.
A las 8 llegó el bus que ya venía con gente. En la calle ya estaba este carrito vendiendo fruta.
Fuimos hacia el este y pasamos por un pueblo llamado Guarne, donde fabrican licor a partir de una planta de la familia del áloe vera.
Alli cerca paramos en un restaurante, tomé café con esta arepa rara.
Paramos luego en Marínilla, que es un pueblo antiguo cuyos habitantes son agricultores. Alli bajamos del bus e hicimos una recorrida con la guía. Nos mostró esta iglesia, y también la que está en la plaza principal.
En la plaza principal hay enchufes en los zócalos para cargar los celulares.
Salimos de la autopista y tomamos una ruta de montaña, todas las laderas cuidadosamente sembradas.
Llegamos a la laguna de Guatape, que es una represa hidroeléctrica, tuvieron que trasladar todo un pueblo que había allí, porque el original quedó bajo el agua.
Y apareció el peñón de Guatape.
Se puede subir, son 720 escalones, pero yo no lo hice. Mientras algunos subían, los demás nos quedamos abajo. Había puestos de artesanía y de comida. Me compré agua y un sombrero, el sol era abrasador.
Cuando los más intrépidos regresaron, fuimos a comer al pueblo de Guatape, el almuerzo estaba incluido en la excursión.
Este pueblo tiene la particularidad de que todas las casas tienen zócalos hechos de yeso y pintados, algunos muy elaborados.
Había tres opciones de almuerzo: bandeja paisa típica, pollo a la plancha o trucha. Yo elegí pollo. Lo de la izquierda era una especie de arepa, dura y fea.
Después de comer fuimos a hacer una caminata por el pueblo y sus zócalos.
Empezó a llover fuerte y me senté a tomar un café.
Hasta la iglesia tiene zócalos.
Emprendimos el regreso a Medellin, que llevó dos horas. En algunos tramos del camino llovió muy fuerte. En la primera parte todavía se veía el peñón.
A las 8 llegó el bus que ya venía con gente. En la calle ya estaba este carrito vendiendo fruta.
Fuimos hacia el este y pasamos por un pueblo llamado Guarne, donde fabrican licor a partir de una planta de la familia del áloe vera.
Alli cerca paramos en un restaurante, tomé café con esta arepa rara.
Paramos luego en Marínilla, que es un pueblo antiguo cuyos habitantes son agricultores. Alli bajamos del bus e hicimos una recorrida con la guía. Nos mostró esta iglesia, y también la que está en la plaza principal.
En la plaza principal hay enchufes en los zócalos para cargar los celulares.
Salimos de la autopista y tomamos una ruta de montaña, todas las laderas cuidadosamente sembradas.
Llegamos a la laguna de Guatape, que es una represa hidroeléctrica, tuvieron que trasladar todo un pueblo que había allí, porque el original quedó bajo el agua.
Y apareció el peñón de Guatape.
Cuando los más intrépidos regresaron, fuimos a comer al pueblo de Guatape, el almuerzo estaba incluido en la excursión.
Este pueblo tiene la particularidad de que todas las casas tienen zócalos hechos de yeso y pintados, algunos muy elaborados.
Había tres opciones de almuerzo: bandeja paisa típica, pollo a la plancha o trucha. Yo elegí pollo. Lo de la izquierda era una especie de arepa, dura y fea.
Empezó a llover fuerte y me senté a tomar un café.
Hasta la iglesia tiene zócalos.
Después hubo un tiempo libre para seguir paseando y viendo más zócalos.
Emprendimos el regreso a Medellin, que llevó dos horas. En algunos tramos del camino llovió muy fuerte. En la primera parte todavía se veía el peñón.
