viernes, 10 de octubre de 2014

VIAJE A CHILE - DE CHILOÉ A BUENOS AIRES

Lunes 6/10/2014. Me levanté 6,30 y a las 7,30 ya estaba en el lobby con mi equipaje. Sólo tomé un café y pedí que me llamaran un taxi, no quería encontrarme otra vez con los perros.
Llegué a la Terminal y a las 8,05 salió el ómnibus a Puerto Montt. Otra vez crucé en ferry el canal de Chacao.




Le dije al guarda que iba al aeropuerto y le pregunté si me podía bajar en algún lugar antes de la Terminal que me dejara más cerca y donde pudiera tomar un taxi. Me bajé en algún lugar de Puerto Montt y tomé un taxi que me dejó en el aeropuerto.
Frente al aeropuerto de Puerto Montt hay un volcán que es un cono perfecto, el Calbuco. Como el avión iba hacia el norte paralelo a la cordillera lo ví un buen rato.







Tardó unas dos horas en llegar a Santiago. Casi siempre he llegado o me he ido de Santiago de noche y no recordaba que de allí se ven montañas.


Faltaban unas dos horas para la salida del vuelo a Buenos Aires. Me fijé la puerta de embarque y me senté a leer allí cerca. Cuando empezaron a llamar para el embarque de ese vuelo me di cuenta que no era el mío, sino de Aerolíneas Argentinas, y cuando llegué a la puerta correcta mi avión se había ido sin mi. Es la primera vez que me pasa algo así. Creo que estaba demasiado cansada.
Busqué un mostrador de LAN y expliqué lo que me había pasado. Me cambiaron al siguiente vuelo que llegaba a Ezeiza, adonde se había ido mi valija. Tuve que esperar como tres horas más.
En una hora y media estaba en BA. Mi valija me estaba esperando en el medio de las cintas, no tuve que reclamar.

Hasta el próximo viaje!!

VIAJE A CHILE - CHILOÉ: ANCUD, FUERTES ESPAÑOLES Y OCEANO PACIFICO

Domingo 5/10/2014. Había quedado con Oscar en ir hasta Ancud para ver las fortificaciones españolas, Chiloé fue el último bastión de las tropas realistas en América Latina. Tomé el ómnibus en la Terminal y él me esperaba allí. En el mismo ómnibus también viajaba otra pareja chilena que también iba a hacer la excursión.
Fuimos al Museo de las Iglesias de Chiloé. Allí nos explicaron que estas construcciones no tienen clavos, sino que los listones de madera están encastrados unos con otros. Eso las protege de los terremotos.


Una de los fuertes españoles de la zona es el de San Antonio, al lado del mar y con sus cañones apuntando hacia allí.



Visitamos la bahía Pumillahue, sobre el Océano Pacífico.



En Puñihuil había una hostería y comimos, yo pedí unas empanadas gigantes de queso que eran muy buenas. 







Me ofrecieron navegar hacia una isla cercana para ver pinguinos, pero preferí quedarme en la playa. La pareja chilena fue a ver los pinguinos y yo subí con Oscar a un mirador desde donde se veía toda la costa.





Allí cerca, también sobre el Océano Pacífico, está el Faro Corona, de la Armada Chilena. Un oficial muy amable nos atendió, nos invitó a subir al faro y nos mostró varios objetos de navegación que exhibían allí.




Fuimos a visitar otro fuerte español, llamado San Miguel de Ahui, también con cañones y al lado del mar. 



De allí Oscar nos dejó en la Terminal y tomamos el ómnibus de vuelta a Castro. Los ómnibus chilenos son de un solo piso, cómodos y muy puntuales.
En Chiloé hay muchos perros callejeros. Cuando iba caminando desde la Terminal hasta el hotel varios me siguieron, como escoltándome. Respiré tranquila cuando llegué.

VIAJE A CHILE - CHILOÉ: CASTRO, CHONCHI, DALCAHUE, ISLA DE QUINCHAO

Sábado 4/10/2014. A la mañana estaba muy nublado, y así se veía el mar desde mi ventana.


Desayuné muy rico y a las 8,45 estaba en la agencia, que queda a unas cuatro cuadras de la hostería. Llegó una pareja chilena de Santiago, y después el chofer-guía, que se llamaba Oscar.
Salimos hacia el sur y a unos 20 km de Castro está Chonchi, un pueblito sobre el mar, con tres niveles, donde vimos la primera de las iglesias de madera.


También vimos el puerto y el mercado municipal, pero era sábado temprano, y no había ningún artesano.





De allí fuimos a Villipulli a ver otra de las iglesias. Salvo la de Castro y la de Curaco de Velez, son todas parecidas, con forma de Arca de Noé invertida.



Volviendo hacia el norte vimos una procesión religiosa en la ruta.


Paramos en Nercon, una localidad muy cerca de Castro para ver otra de las iglesias. Por todos lados en la isla hay retama.




Oscar nos propuso subir al campanario y lo hicimos. Subimos varias escaleras empinadas y llegamos al campanario. Después hubo que bajarlas.


Nuestra próxima parada fue en los palafitos de Gamboa, que son casitas de colores construidas en la orilla del mar sobre pilotes.



De allí fuimos al mirador Millantui, desde el cual se ve toda la ciudad de Castro, incluida iglesia amarilla y mall, que todavía no abrió al público y que tiene muchas críticas porque desentona con el resto de las construcciones.



Recorrimos el mercado y el puerto de Castro. Nos ofrecieron hacer una navegación de 25 minutos por la bahía para ver los palafitos desde el agua, pero Oscar nos aconsejó hacerlo más tarde porque estaba muy nublado.
Nos fuimos a Dalcahue, al norte de Castro, a ver la feria artesanal. Allí, en una “cocinería” cerca de la feria artesanal, almorzamos.





Los chilenos comieron paila marina, Oscar cazuela de cordero y yo, “vacuno”, que era carne que parecía vacío, y que era muy rico.


La iglesia de Dalcahue está en plena reconstrucción.


En el ferry cruzamos a la isla de Quinchao.



Subimos al Mirador de la Paloma.




Allí hay dos ciudades: Curaco de Velez y Achao. En la iglesia de Achao había un coro cantando.



Curaco de Velez tiene una iglesia diferente a las demás, verde y roja, y una placita muy cuidada.




Cruzamos otra vez en el ferry para volver a Castro y vimos otros palafitos al lado de la ruta.



En el puerto de Castro nos subimos a un barquito para ver la ciudad y los palafitos desde el agua.


Vimos los palafitos de Pedro Montt y el enorme mall.




De allí volví al hotel.