Miércoles 1/10/2014. Otro exquisito desayuno,
con budín de banana (que en Chile llaman queque), café, tostadas, quesos.
Este es el techo de mi yurt en Patagonia Camp, si uno se acuesta en la cama se ve el cielo, impresionante:
A las 9,15 salí otra vez con Francisco y Luis
a visitar la Cueva
del Milodón, un oso que vivió en la zona hace miles de años. Luis nos dejó
cerca de la cueva más chica y se fue a Puerto Natales a cargar nafta. Recorrí
un sendero con Francisco, y vimos las tres cuevas.
La más grande es la que visitan los turistas y tiene un recorrido bien armado, al final del cual hay una escultura del milodón. Francisco se trepó y se colgó del brazo del oso.
La más grande es la que visitan los turistas y tiene un recorrido bien armado, al final del cual hay una escultura del milodón. Francisco se trepó y se colgó del brazo del oso.
De allí volvimos a Patagonia Camp, comí
fideos con pollo y a las tres de la tarde volvimos a salir, para ver el centro
de visitantes del parque, donde hay una gran maqueta, y Pueblo Serrano, una
localidad donde hay dos hoteles y nada más.
Está justo enfrente a Torres del Paine, y el macizo parece pintado en el horizonte.
Está justo enfrente a Torres del Paine, y el macizo parece pintado en el horizonte.
Volvimos a Patagonia Camp a las 18 horas.
Me ofrecieron lomo o cordero para cenar y elegí
lomo, a pesar de que me resisto a comer carne fuera de Argentina, porque
siempre me parece fea, pero éste era verdadero lomo y exquisito. El postre
siempre es una degustación de diferentes sabores, uno de ellos era esta vez una
pera bañada en vino tinto.
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