Viernes 3/10/2014. Me levanté temprano porque
quería tomar el ómnibus de las 9,15 a Castro. El desayuno no era tan malo como
el hotel. Caminé los 200 metros hasta la terminal y compré el ticket para ir a Castro y para
volver a Puerto Montt el lunes 6 de octubre temprano.
Puerto Montt no es de las ciudades más lindas de Chile, aunque es colorida.
El ómnibus salió puntual a las 9,15 hacia el
oeste y yo estaba dormitando, me desperté porque escuché un ruido metálico y
era que habíamos subido al ferry que cruza el estrecho de Chacao. Vi que
algunos bajaban del ómnibus y yo también bajé. Tardó cerca de media hora en
cruzar.
Llegó a Ancud y después tomó hacia el sur.
Llegó a Castro a las 13 horas. La
Hostería de Castro estaba a tres cuadras de la Terminal y llegué después
de preguntar y caminar un poco de más. Había un sol radiante en Chiloé, que
tiene fama de lluviosa.
Fui al restaurant a comer, tenía hambre. Pedí
milanesa de pollo con papas nativas.
El restaurante también tiene el mar
enfrente y vi unos pájaros muy grandes con un pico enorme. Pregunté qué eran y
me dijeron que eran bandurrias. Graznan muy fuerte.
Pregunté donde podía contratar alguna
excursión para recorrer la isla y tenían el teléfono de una señora, pero sólo
me ofrecía ir a Chonchi.
Salí a caminar. Frente a la plaza hay una
iglesia muy bonita, amarilla y violeta, enorme.
Mucha gente caminando por la
calle. En la plaza estaba la
Dirección de Turismo y me dieron la dirección de una agencia
de viajes. Contraté con ellos para ir mañana a ver algunas de las iglesias de
madera, Dalcahue, la isla Quinchao y Chonchi. El tour sale a las 9 de la mañana
y regresa a las 6 de la tarde.
Durante mi paseo se largó a llover fuerte. Me
senté a tomar un café y esperé que amainara. Después entré en una tienda y
compré buzos para mis hijos.
Cambié dólares por pesos chilenos.
Naturalmente, sin documento ni autorización de nadie, como ya casi me olvidé
que se hacía en mi país en otros tiempos, y volví al hotel. Dicen que hay
conexión a Internet en la
Hostería pero es malísima, imposible conectarse desde la habitación, en el lobby sí pude
conectarme y leer los diarios.
que lindo es viajar sobre todo cuando nos dedicamos a conocer otros lugares y muchos de ellos nos dan paz, y nos recargan de energías, con tacto atractivo, y buena gastronomía, lo leí en este blog www.cabañasenmerlosanluis.com
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