Miércoles 9/1/2019. En viaje a Aeroparque, desde donde salía mi vuelo a Santiago, logré sacarle una foto al cartel que tiene las esculturas de hormigas.
Salió media hora tarde. Siempre es espectacular salir o llegar a Buenos Aires de noche.
Llegamos a Santiago a las 11,30 de la noche, y en menos de una hora salió el avión de Iberia a Madrid.
Jueves 10/1/2019. La mitad del viaje fue con turbulencia, y recién se terminaron cuando pasamos Brasil. Por eso pude dormir poco. Además la comida de Iberia era tan fea como la última vez que viajé con ellos. Eran unos ravioles duros, y me cayeron mal.
Una vez que llegamos al Océano Atlántico se estabilizó el avión y pude dormir. Cuando me desperté vi toda la décima temporada de The Big Bang Theory.
Llegamos a Barajas a las 18,15 hora de España. El trámite de inmigración fue rápido, no había mucha gente en el aeropuerto. Esperé el transfer del Hotel Ibis Barajas y llegó en veinte minutos.
Dejé mi equipaje y en el bar comí un sándwich de pollo y bacon y tomé vino rosado.
Después caí dormida.
Viernes 11/1/2019. Dormí nueve horas seguidas y me desperté como nueva. Tomé un café con un bollo, otra vez el transfer del hotel a la Terminal 4 y ahí el tren de cercanías a Méndez Álvaro, que está pegada a la Estacion del Sur.
El tren es de dos pisos, impecable y silencioso. Tardó unos 45 minutos en llegar.
Compré el ticket y esperé hasta las 10, que era el horario del autobús a Merida. Esperando, una señora me preguntó adonde iba y me contó que ella iba a Galicia, a su pueblo, y que había vivido cuatro años en Alemania, y otra me preguntó por el autobús a Salamanca y me contó que era la primera vez que viajaba sola porque había quedado viuda. Gente sociable.
Salió puntual y a las 13 hs hizo la primera parada de 15 minutos en Trujillo, ciudad que fui a conocer hace varios años porque allí nació mi abuelo materno. De lejos se ve el castillo.
Durante todo el viaje se ven sierras, y muchos campos sembrados.
Este edificio es actualmente el Parlamento de Extremadura. Adentro había una muestra fotográfica y en su origen el edificio era un hospital.
Caminando llegué a esta plaza.
Me perdí, pero encontré esta maravilla: el Templo de Diana.
Y llegué al Museo Nacional de Arte Romano, un lugar impactante. Enormes mosaicos y cientos de esculturas de mármol de 2000 años en un edificio enorme con luz natural.
Frente al Museo estaba el predio donde están el teatro y el anfiteatro. Hacia frio, pero con sol. Primero fui al anfiteatro, donde hacían las luchas entre gladiadores y con animales.
Después fui al Teatro, que es una maravilla.
Cuando salí del Teatro eran casi las 6 de la tarde y se estaba haciendo de noche. Comí en los 100 Montaditos, tres sandwichitos de tortilla, jamón ibérico y salchicha. Volví al hotel y caí dormida.
Salió media hora tarde. Siempre es espectacular salir o llegar a Buenos Aires de noche.
Llegamos a Santiago a las 11,30 de la noche, y en menos de una hora salió el avión de Iberia a Madrid.
Jueves 10/1/2019. La mitad del viaje fue con turbulencia, y recién se terminaron cuando pasamos Brasil. Por eso pude dormir poco. Además la comida de Iberia era tan fea como la última vez que viajé con ellos. Eran unos ravioles duros, y me cayeron mal.
Una vez que llegamos al Océano Atlántico se estabilizó el avión y pude dormir. Cuando me desperté vi toda la décima temporada de The Big Bang Theory.
Llegamos a Barajas a las 18,15 hora de España. El trámite de inmigración fue rápido, no había mucha gente en el aeropuerto. Esperé el transfer del Hotel Ibis Barajas y llegó en veinte minutos.
Dejé mi equipaje y en el bar comí un sándwich de pollo y bacon y tomé vino rosado.
Después caí dormida.
Viernes 11/1/2019. Dormí nueve horas seguidas y me desperté como nueva. Tomé un café con un bollo, otra vez el transfer del hotel a la Terminal 4 y ahí el tren de cercanías a Méndez Álvaro, que está pegada a la Estacion del Sur.
El tren es de dos pisos, impecable y silencioso. Tardó unos 45 minutos en llegar.
Compré el ticket y esperé hasta las 10, que era el horario del autobús a Merida. Esperando, una señora me preguntó adonde iba y me contó que ella iba a Galicia, a su pueblo, y que había vivido cuatro años en Alemania, y otra me preguntó por el autobús a Salamanca y me contó que era la primera vez que viajaba sola porque había quedado viuda. Gente sociable.
Salió puntual y a las 13 hs hizo la primera parada de 15 minutos en Trujillo, ciudad que fui a conocer hace varios años porque allí nació mi abuelo materno. De lejos se ve el castillo.
Durante todo el viaje se ven sierras, y muchos campos sembrados.
A las dos de la tarde llegué a Merida, y tomé un taxi para llegar a mi hotel en la calle Calderón de la Barca. Me dieron un mapa e indicaciones sobre las atracciones. Me encontré con una ciudad deslumbrante.
Fundada en 25 AC como capital de la provincia romana de Lusitania, ese pasado de esplendor está presente en todas partes.
Caminando por la misma calle encontré el Arco de Trajano.
Este edificio es actualmente el Parlamento de Extremadura. Adentro había una muestra fotográfica y en su origen el edificio era un hospital.
Caminando llegué a esta plaza.
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