Domingo 29/10/2017. A las 8 de la mañana me vino a buscar mi guía Armando para ir a visitar la Ciudad de Guatemala, que fue fundada en 1776, después de que la Antigua Guatemala fue abandonada por la destrucción de un sismo.
Es la capital del país, y está dividida en 22 zonas con números en espiral, como París.
Hay una hora de viaje y una cadena de montañas entre Ciudad de Guatemala y la Antigua, y todos los guías viven en la capital.
Guatemala es una ciudad grande y tiene dos millones de habitantes. Este es un faro que les regaló Estados Unidos para servir de guía a los aviones, porque el aeropuerto La Aurora está pegado a la ciudad.
Fuimos al Museo Arqueológico pero estaba cerrado.
Esta es la Plaza Berlín, y hay tres fragmentos del muro.
Esta es la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, construida en 1902 por un arquitecto de apellido Yurrita, muy original y pintoresca. El último terremoto fuerte de 1976 torció la cruz. Entramos, hoy es domingo y mucha gente va a misa, los guatemaltecos son muy religiosos y mi guía Armando se arrodillaba a rezar cada vez que entrábamos en una.
Pasamos por la Avenida de las Américas, donde hay plazas en homenaje a cada país del continente. En la Plaza Argentina hay una estatua del General San Martin de pie, sin caballo.
Después fuimos al centro, donde está la Casa de Gobierno, un edificio desmesuradamente grande que llaman el aguacaton, por el color verde del aguacate -palta para nosotros- que es muy popular acá. Hay visitas guiadas, pero hoy estaba cerrado.
Frente a la Plaza principal, está la Catedral.
Frente a la Biblioteca Nacional hay una escultura de un artista local que representa a los antepasados mayas.
La antigua Capitania General de Guatemala incluia el actual estado mexicano de Chiapas y las actuales Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua. La independencia fue un proceso pacifico y se declaró aquí el 15/9/1821.
Hay muy lindos edificios antiguos en el casco histórico.
Desde la Catedral se ve el tamaño enorme de la Casa de Gobierno.
Hay muchos árboles "llamarada" en la ciudad.
Volviendo a la Antigua, se veia el Volcan de Agua, siempre con nubes.
Fui a comer pizza en un restaurante a la vuelta. Está al lado de una de las tantas iglesias destruidas por el terremoto de 1773 y nunca reconstruida. Me senté en la terraza, contigua a la iglesia, con las torres caídas en el piso.
La pizza era exquisita, finita como un papel.
Es la capital del país, y está dividida en 22 zonas con números en espiral, como París.
Hay una hora de viaje y una cadena de montañas entre Ciudad de Guatemala y la Antigua, y todos los guías viven en la capital.
Guatemala es una ciudad grande y tiene dos millones de habitantes. Este es un faro que les regaló Estados Unidos para servir de guía a los aviones, porque el aeropuerto La Aurora está pegado a la ciudad.
Fuimos al Museo Arqueológico pero estaba cerrado.
Esta es la Plaza Berlín, y hay tres fragmentos del muro.
Esta es la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, construida en 1902 por un arquitecto de apellido Yurrita, muy original y pintoresca. El último terremoto fuerte de 1976 torció la cruz. Entramos, hoy es domingo y mucha gente va a misa, los guatemaltecos son muy religiosos y mi guía Armando se arrodillaba a rezar cada vez que entrábamos en una.
Después fuimos al centro, donde está la Casa de Gobierno, un edificio desmesuradamente grande que llaman el aguacaton, por el color verde del aguacate -palta para nosotros- que es muy popular acá. Hay visitas guiadas, pero hoy estaba cerrado.
La antigua Capitania General de Guatemala incluia el actual estado mexicano de Chiapas y las actuales Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua. La independencia fue un proceso pacifico y se declaró aquí el 15/9/1821.
Hay muy lindos edificios antiguos en el casco histórico.
Este es el Cerrito del Carmen, una elevación en el medio de la ciudad donde hay una iglesia muy curiosa, que parece un fuerte.
Hay muchos árboles "llamarada" en la ciudad.
Volviendo a la Antigua, se veia el Volcan de Agua, siempre con nubes.
Fui a comer pizza en un restaurante a la vuelta. Está al lado de una de las tantas iglesias destruidas por el terremoto de 1773 y nunca reconstruida. Me senté en la terraza, contigua a la iglesia, con las torres caídas en el piso.
La pizza era exquisita, finita como un papel.
Después fui a la feria artesanal que está en la tercera calle oriente. Los volcanes son un espectáculo, y se ven allí nomás, al final de la calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario