lunes, 15 de octubre de 2012

VIAJE A CHILE - SAN PEDRO DE ATACAMA


Sábado 13/10/2012. A las 6,20 ya estaba desayunando porque me venían a buscar entre 7 y 7,30 para hacer la excursión a las lagunas altiplánicas. Llegó la van a las 7,15 y ya estaban todos los demás, éramos 12. Había mexicanos, costarricenses, chilenos y norteamericanos.
Hacía frío a esa hora. Salimos hacia el sur y vimos el desierto y los tamarugos, que son árboles que toman agua de las napas subterráneas. La primera parada fue en la laguna Chaxa, en pleno salar y llena de flamencos. 



Cuando encuentran el camarón que hay allí y que es su alimento, bailan alrededor, y según dijo Patricio, el guía, que era un chileno muy simpático, por eso se llama flamenco el baile andaluz. Los flamencos estaban muy cerca.



Las montañas se reflejaban en la laguna:


Allí en el salar hay tres empresas que sacan las sales de litio. Parece que la zona era fértil en algún tiempo lejano y se fue desertificando. Patricio dio muchos datos de geología, pero yo me pierdo cuando me hablan de miles o millones de años. Allí en la entrada al parque nos sirvieron un desayuno.
Nuestra siguiente parada fue en un pueblo llamado Socaire, que significa “lugar protegido del viento”. Es muy chiquito, pero hay dos iglesias. 


Por todos lados hay paredes de piedra que delimitaban los cultivos en la época en que la zona era fértil.
En el camino vimos vicuñas, que se alimentan de una planta amarilla llamada coirón. Llegamos a la laguna Miscanti y caminamos por un sendero. Miscanti significa “lugar de las ranas”, pero ya no queda ninguna.



Allí Patricio encontró piedras cónicas y explicó que se pueden parar por el vértice, el fenómeno se llama “verticalidad geológica” y se relaciona con el modo en que se fosilizó la lava. Intenté parar una y lo logré!!



Al lado está la laguna Miñiques, que es más pequeña, más profunda y de agua más verde.
Vimos vicuñas que bajaban a beber agua a la laguna.


Aquí estoy, abrigada, hacía frío!!


Las morrenas de glaciación son elevaciones formadas por la presión del hielo. Se ven por el camino.
Llegamos a los 4100 msnm y sentí un leve dolor de cabeza, así que me tomé un ibupirac.
Finalmente llegamos a Toconao, otro pueblo con casas de adobe y una iglesia con el campanario separado. La puerta del campanario es de madera de cactus.


Según Patricio el hecho de que iglesia y campanario estén separados se relaciona con el esquema mental de los pobladores que es de mantener la dualidad en todos los procesos vitales: el sol y la luna, el volcán y la montaña, lo femenino y lo masculino.
En la plaza, frente a la iglesia, un cactus solitario:


A la 1 de la tarde ya hacía mucho calor y un sol impiadoso. Volvimos a San Pedro a las 14,30. Salí con mi sombrero de expedicionaria del desierto, pasé por la iglesia y fui a comer pollo a la plancha con papas en un bar. Tomé una copa de vino chileno.
Esta es la iglesia de San Pedro de Atacama:


Y este el volcán Licancabur, de forma perfectamente cónica:


Volví al hotel, me acosté y me quedé dormida un rato. Después salí otra vez a comprar jugo de frutas y algo para comer a las 3 de la mañana porque a las 4 me vienen a buscar para ir a los Geyseres del Tatio, y a esa hora todavía no hay desayuno. La sensación de sed es constante.
También compré acondicionador para el pelo. Lo venden en sachets enormes, porque hay que usar mucho para contrarrestar la sequedad del ambiente.
Este es mi cuarto en el Hotel Don Raúl, por afuera es feo pero la habitación es linda y cómoda, y tiene un tapiz andino:




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