Domingo 19/1/2020. Tomé un desayuno muy liviano con té, mi estómago esta revuelto. Preparé mi equipaje y a las 8 fui a Queens Street a tomar el A11 al aeropuerto.
Me despedí del hermoso cuarto del Hotel Ibis y de esa vista impresionante desde el piso 28.
El colectivo llegó enseguida y antes de las 9 estaba en el aeropuerto. No dejan entrar a nadie que no tenga pasaje o no trabaje allí, supongo que porque dentro del aeropuerto hubo muchas protestas, pero yo no vi a nadie protestando en la ciudad desde que llegué hasta hoy.
En el aeropuerto también está la rata, porque en unos días se celebra el año nuevo lunar y este es su año.
Pasé Migraciones sin ningún problema y esperé mi vuelo de Air Asia. Era un avioncito de juguete comparado con los de Emirates.
Tardó exactamente cuatro horas en llegar desde Hong Kong a Kuala Lumpur. Fue un viaje muy sereno pero casi no pude dormir porque las butacas eran muy incómodas, hechas para los asiáticos que son chiquitos.
Una vez que aterrizamos recupere mi valija, cambie dólares por ringgit, que es la moneda local y saqué el ticket -carisimo, 14 dolares- para tomar el Klia Express, un tren muy cómodo y silencioso que me dejó en la Estación Sentral (se escribe así, con S) en 25 minutos. Lloviznaba en Kuala Lumpur y el tiempo estaba húmedo y caluroso.
En el aeropuerto había música, y varios bailarines dando la bienvenida a los turistas.
Alli había una oficina de turismo y pregunté como llegar a mi hotel. Podía tomar un tren y caminar diez minutos o tomar un taxi. Opté por tomar un taxi, que se contrata y se paga allí en la estación, y que me pareció baratisimo comparado con el tren, apenas 5 dolares.
En la ciudad hay mucho verde y edificios bonitos.
Yo ya tenía contratado y pagado el hotel, pero me cobraron un impuesto al turismo de 50 ringgit, o sea 10 ringgit por dia.
Me dieron una habitación en el piso 29. Cuando entré y me acerqué a la ventana no lo podía creer, tengo allí enfrente a las famosas Torres Petronas!!!
También se ven otros rascacielos.
Y esto desde el palier del piso 29:
Salí a caminar un rato a ver si encontraba algún lugar donde comprar seven up, pero no encontré y lloviznaba. No comí nada desde el desayuno y voy a hacer dieta a ver si se me pasa el malestar.
Este es mi hotel. Desde allí abajo no se ven las Petronas.
Cuando se hizo de noche las Petronas se iluminaron.
Me despedí del hermoso cuarto del Hotel Ibis y de esa vista impresionante desde el piso 28.
El colectivo llegó enseguida y antes de las 9 estaba en el aeropuerto. No dejan entrar a nadie que no tenga pasaje o no trabaje allí, supongo que porque dentro del aeropuerto hubo muchas protestas, pero yo no vi a nadie protestando en la ciudad desde que llegué hasta hoy.
En el aeropuerto también está la rata, porque en unos días se celebra el año nuevo lunar y este es su año.
Pasé Migraciones sin ningún problema y esperé mi vuelo de Air Asia. Era un avioncito de juguete comparado con los de Emirates.
Tardó exactamente cuatro horas en llegar desde Hong Kong a Kuala Lumpur. Fue un viaje muy sereno pero casi no pude dormir porque las butacas eran muy incómodas, hechas para los asiáticos que son chiquitos.
Una vez que aterrizamos recupere mi valija, cambie dólares por ringgit, que es la moneda local y saqué el ticket -carisimo, 14 dolares- para tomar el Klia Express, un tren muy cómodo y silencioso que me dejó en la Estación Sentral (se escribe así, con S) en 25 minutos. Lloviznaba en Kuala Lumpur y el tiempo estaba húmedo y caluroso.
En el aeropuerto había música, y varios bailarines dando la bienvenida a los turistas.
Alli había una oficina de turismo y pregunté como llegar a mi hotel. Podía tomar un tren y caminar diez minutos o tomar un taxi. Opté por tomar un taxi, que se contrata y se paga allí en la estación, y que me pareció baratisimo comparado con el tren, apenas 5 dolares.
En la ciudad hay mucho verde y edificios bonitos.
Yo ya tenía contratado y pagado el hotel, pero me cobraron un impuesto al turismo de 50 ringgit, o sea 10 ringgit por dia.
Me dieron una habitación en el piso 29. Cuando entré y me acerqué a la ventana no lo podía creer, tengo allí enfrente a las famosas Torres Petronas!!!
También se ven otros rascacielos.
Y esto desde el palier del piso 29:
Salí a caminar un rato a ver si encontraba algún lugar donde comprar seven up, pero no encontré y lloviznaba. No comí nada desde el desayuno y voy a hacer dieta a ver si se me pasa el malestar.
Este es mi hotel. Desde allí abajo no se ven las Petronas.
Cuando se hizo de noche las Petronas se iluminaron.
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