Sábado 18/1/2020. Otra vez me desperté muy temprano, pero hoy pude volver a dormir otro rato. Estudié cómo ir a ver el Buda Tian Tan, el Buda sentado más grande de Hong Kong que está en un monasterio en la isla de Lantau, en un lugar llamado Tung Chung, cerca del aeropuerto.
Según Google tenía que tomar el ómnibus N11 en la terminal del ferry de Macao. Fui hasta allí, al edificio gris y rojo que veo desde mi ventana, pero el N11 nunca apareció.
Pregunté y me mandaron a una parada que nunca encontré, así que decidí volver a Queens Street y tomar el A11 al aeropuerto, y desde allí otro a Tung Chung.
En las calles de Hong Kong hay ascensores y escaleras mecánicas. Este ascensor que tomé viniendo a Queens Street desde la terminal del ferry de Macao tiene un cartel que dice que los botones y los pasamanos son desinfectados tres veces por día.
Esta es la parada de los ómnibus, al lado del mar.
Tomé el A11, que tardó una eternidad en llegar, y en el aeropuerto el S56, que me dejó en Tung Chung.
Pensé que era un pueblito, y resulta que hay rascacielos, un shopping enorme y una terminal de omnibus para ir donde uno quiera.
Ahí estaba la estación del teleférico, pero preferí tomar el colectivo 23 que también va al Buda. Las montañas son muy altas, es media hora de trayecto y no soy tan valiente.
El viaje en bus fue muy agradable, por un camino de montaña en buen estado con muchas curvas, y en algunos tramos bordeando el mar.
El ómnibus tardó unos 45 minutos en llegar. Es un gran predio donde está el monasterio, quioscos de comida y chucherías, y el Buda Tian Tan.
Alli se ve al Buda sentado.
Hay que subir más de 250 escalones para llegar a la base del Buda. No subí hasta arriba, sino sólo hasta que lo vi suficientemente cerca. Había mucha gente.
Tomé un helado y volví a tomar el colectivo 23 a Tung Chung.
En Tung Chung entré a Pizza Hut, y pedí esta pizza de jamón y anana. Estaba rica, pero me cayó muy mal.
Volví al aeropuerto y allí tomé otra vez el A11. Pensaba ir a pasear a Causeway Bay pero no me sentía bien así que volví al hotel. Antes de subir me compré otra vez seven up. No termino de acostumbrarme al horario ni a la comida. Otra vez me quedé dormida muy temprano.
Según Google tenía que tomar el ómnibus N11 en la terminal del ferry de Macao. Fui hasta allí, al edificio gris y rojo que veo desde mi ventana, pero el N11 nunca apareció.
Pregunté y me mandaron a una parada que nunca encontré, así que decidí volver a Queens Street y tomar el A11 al aeropuerto, y desde allí otro a Tung Chung.
En las calles de Hong Kong hay ascensores y escaleras mecánicas. Este ascensor que tomé viniendo a Queens Street desde la terminal del ferry de Macao tiene un cartel que dice que los botones y los pasamanos son desinfectados tres veces por día.
Esta es la parada de los ómnibus, al lado del mar.
Pensé que era un pueblito, y resulta que hay rascacielos, un shopping enorme y una terminal de omnibus para ir donde uno quiera.
Ahí estaba la estación del teleférico, pero preferí tomar el colectivo 23 que también va al Buda. Las montañas son muy altas, es media hora de trayecto y no soy tan valiente.
El viaje en bus fue muy agradable, por un camino de montaña en buen estado con muchas curvas, y en algunos tramos bordeando el mar.
El ómnibus tardó unos 45 minutos en llegar. Es un gran predio donde está el monasterio, quioscos de comida y chucherías, y el Buda Tian Tan.
Alli se ve al Buda sentado.
Hay que subir más de 250 escalones para llegar a la base del Buda. No subí hasta arriba, sino sólo hasta que lo vi suficientemente cerca. Había mucha gente.
Tomé un helado y volví a tomar el colectivo 23 a Tung Chung.
En Tung Chung entré a Pizza Hut, y pedí esta pizza de jamón y anana. Estaba rica, pero me cayó muy mal.
Volví al aeropuerto y allí tomé otra vez el A11. Pensaba ir a pasear a Causeway Bay pero no me sentía bien así que volví al hotel. Antes de subir me compré otra vez seven up. No termino de acostumbrarme al horario ni a la comida. Otra vez me quedé dormida muy temprano.
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