lunes, 15 de octubre de 2012

VIAJE A CHILE - ISLA DE PASCUA 2

Martes 9/10/2012, Finalmente anoche tarde, desde mi cuarto, pude subir fotos. A las 5,30 de la mañana me despertó el ruido de la lluvia, pero volví a dormirme hasta las 7. Desayuné y como me sobraba tiempo hasta las 9,30 me fui a caminar por la calle principal que se llama Av Atamu Tekena. 



Este es un arbusto muy común en la isla y muy original, pero nadie sabe el nombre:



La gente es muy amable aquí, si uno quiere cruzar la calle los autos paran. La chica del autoservicio de la esquina ya me saluda, porque le compré dos veces, e incluso los desconocidos por la calle dicen “Iorana”, que es “hola” y “adiós” en rapa nui. Volví y salimos otra vez con Cecilia. Esta vez éramos solo cuatro: Louise, Jim y Sheila, y yo. Los cuatro chinos de Hong Kong que vinieron ayer hoy no fueron de la partida.
Fuimos al sur de la isla y paramos en Ana Kai Tangata, que es una gruta donde se reclutaba a los candidatos para la competencia del hombre pájaro en Orongo. Para llegar tuvimos que bajar una escalera bastante siniestra, y después subirla. Pero el espectáculo allí abajo es impresionante, con las olas rompiendo contra la piedra volcánica negra.




Después paramos en la ruta en un lugar elevado, desde donde se veían las dos orillas de la isla y el aeropuerto, y justo llegaba el avión de Lan desde Tahití.



Finalmente llegamos a Orongo, que era la aldea ceremonial donde se celebraba la competencia del hombre pájaro, y la tribu que ganaba regía la isla durante el año siguiente. 
En la entrada a Orongo, está el símbolo del hombre pájaro:



Los valientes se lanzaban al mar desde esta piedra elevada, nadaban hasta el más grande de los tres islotes que están frente a la costa, aproximadamente a un kilómetro, y allí esperaban que el pájaro llamado manutara pusiera sus huevos.




Ganaba quien conseguía uno de esos huevos y nadaba nuevamente hacia la costa sin que se dañase.
Allí también está el cráter de un volcán sin actividad hace millones de años.




Mientras se celebraba la competencia del hombre pájaro los rapa nui vivían en las casas bote que están en el lugar y que fueron restauradas.



Nuestra última parada fue en Vinapu, plataforma con moais derribados y sólo uno en pie.



Los moais derribados en Vinapu:


Allí también hay un pukao, el tocado de los moais (son enormes, de varias toneladas):


Volvimos a Hanga Roa a la una de la tarde, y salí a pasear. Caminé por la Av. Atamu Tekena hasta Te Pito Ote Tenua, que sale a La Caleta. Desde allí para el norte hacia Tahai. Pero antes pasé por varios moais con espaldas muy decoradas, no sé exactamente pero me parece que es ahí donde se hace el festival Tapati Rapa Nui en el mes de febrero. 



Después está el cementerio, un lugar espectacularmente alegre, al lado del mar y lleno de flores. 





Justo al norte del cementerio, y también al lado del mar está Tahai.
Es un sitio arqueológico con dos ahu (altares) y en el medio de ellos, un embarcadero. En el ahu más al norte hay un solo moai al que le han puesto ojos de coral. En el ahu del sur hay cinco moais. Todos los moais dan las espaldas al mar.

 




También hay un moai derribado en Tahai:


De Tahai un camino sube 300 metros hasta el Museo. Allí hay algún moai, petroglifos, carteles con historias de la isla, y también la historia del cura alemán Sebastián Englert, que vivió mucho tiempo aquí y escribió libros sobre sus experiencias. También está en el Museo el único ojo original de moai que se encontró.





Caminé otra vez hacia el centro y en el camino comí pizza y tomé jugo mix de guayaba y papaya. Después pasé por el super y compré vino y galletitas.
En el camino desde Tahai vi caballos, andan sueltos por la isla:


A las 9 de la noche había un espectáculo de danzas rapa nui sobre la Av. Atamu Tekena a media cuadra del hostal y quedamos con Louise en ir. 



Estaba lleno. Para mí gusto fue demasiado ruidoso. En el medio del espectáculo empezó a llover muy fuerte. Cuando volvimos a las 10,15 de la noche abrí la puerta de la cocina (hay una llave escondida por allí) para sacar el destapador y vasos. Hay un gatito y salió al patio. Los cuatro chinos de Hong Kong también entraron en la cocina para hacer té. Nos sentamos en el patio a tomar una copa de vino. Cuando terminamos, antes de cerrar, quise convencer al gato de que entrara, se lo pedí en español y en inglés, pero no quería. Le pedí ayuda a uno de los chinos de Hong Kong que estaba en el patio con su teléfono, lo agarró y lo entró. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario