Martes 30/9/2014. Dormí otra vez
profundamente y a la mañana ya no me dolían las piernas. A las 7,30 fui a
desayunar y me senté con Katie, que se iba hoy.
El desayuno es muy bueno, hay masitas caseras,
tostadas, café y naranjas cortadas en trocitos. Las pasarelas hoy también tenían hielo
en la superficie, y en el sillón de mi terraza también se había acumulado.
El paisaje es tan deslumbrante que le saco fotos y fotos desde mi terraza, y cambia cada vez con la luz:
A las 9,15 salí otra vez con Francisco y Luis
a caminar por la playa del lago Grey.
Esta es la casa del guardaparques:
Para llegar allí pasamos un puentecito colgante, se movía bastante al cruzarlo!!
Caminamos por la playa pedregosa, y después fuimos a una península por un sendero en subida. Arriba hay un mirador y desde allí se ve el lago, los témpanos de hielo y al fondo, el glaciar Grey.
Volvimos cerca del edificio de los
guardaparques, pasando otra vez por el puentecito colgante sobre el río Grey y
comimos en un bosquecito con mesas y sillas de madera. Hoy encargué un sándwich
de jamón serrano, aceitunas y queso Filadelfia. De postre había piña cortada en
cubitos. Además siempre llevan brownies, sopa, picada, vino, jugos y gaseosas.
Después de comer fui en barco a ver de cerca
el glaciar Grey, que es deslumbrante, y eso que ya lo hice del lado argentino
en el glaciar Upsala. Este barco era mucho más chico, con capacidad para unas
50 personas.
Tardó una hora en llegar hasta el glaciar,
otra hora en ver las tres lenguas, una muy lisa, otra con aspecto de merengue
italiano como el Perito Moreno, y la tercera con agujas, y un poco más de una
hora en volver.
El barco está en el lago pero no puede acercarse a la orilla,
supongo que por el calado, así que para llegar al barco y para volver a tierra
firme hay que tomar un bote más chico.
Volví caminando por la playa hasta el
estacionamiento frente a la casa de los guardaparques, y volvimos a Patagonia
Camp a las 18,30 horas.
Cené con Any, Loreto e Isabel, que trabajan
en la administración del complejo. Goulash de cordero, que estaba exquisito. El
postre es como una degustación de distintos sabores.
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