Miércoles 29/7/2015. El Dans Linehans de Killarney fue
el primer hotel de este viaje con desayuno incluido. Ayer me preguntaron qué
quería y marqué de una lista ensalada de frutas y panqueques con arándanos y
banana. Estaban muy buenos.
A las nueve y cuarto me fui caminando a la estación
de ómnibus. Le saqué una foto a estos dos ciervos que se pelean.
Compré el pasaje para ir a Limerick. Son sólo 86 km,
pero tarda dos horas por las paradas intermedias. Mientras esperaba el ómnibus llovió tres veces.
A las 12 llegué a Limerick y tomé un taxi, porque sabía que el
hotel quedaba a diez cuadras. Era muy temprano para hacer el check in, así que
dejé mi equipaje y pregunté dónde estaba el museo de arte, que quedaba cerca.
Hay algunos cuadros, pero lo mejor eran las joyas y
los caballos de cerámica de la entrada.
Cuando terminé volví al hotel e hice el check in. Al
rato volví a salir y fui al castillo del Rey Juan. En el camino pasé por lo que
queda de las murallas de la ciudad.
Este Juan era rey de Inglaterra, y aunque
la construcción se inició en el siglo XII bajo su reinado, el Rey Juan ni siquiera lo conoció.
Es un museo moderno, audiovisual, y muy bien hecho. En
el subsuelo hay muros de los primeros asentamientos vikingos en Limerick.
Está al lado del Río Shannon, que es muy ancho y
caudaloso.
Cometí el error de salir sin paraguas ni campera de
lluvia, porque estaba soleado. Cuando entré en el museo empezó a llover, después
paró, y cuando salí me mojé.
En el río Shannon hay patos y cisnes.
Cerca del hotel encontré esta bonita escultura.
Volví al hotel. No tenía hambre, pero a las 7 de la
tarde decidí ir a comer algo, Finalmente no comí, sino que compré unas
galletitas y unos arándanos en un supermercado casi vacío. En la calle tampoco
había gente. Otra vez llovía.
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