Sábado 23/4/2016. Tomé el vuelo a San Pablo, que tardó un poco más de dos horas, y allí tuve que esperar el vuelo a Madrid. Cuando subí al segundo avión tenia tanto pero tanto sueño que me dormí antes de que levantara vuelo. No comí, solo tomé agua y seguí durmiendo, y llegué superdescansada.
Domingo 24/4/2016. En Buenos Aires tenia las dos primeras tarjetas de embarque. Cuando bajé en Madrid había un empleado de Iberia con mi tarjeta de embarque para el vuelo a Barcelona.
Llegué a Barcelona a las 17.30. Busqué el Aerobus para ir a la Plaza Universidad. El Aerobus tiene wifi, así que le envié un WhatsApp a Liva, la dueña del departamento que alquilé en el Eixample, para avisarle que ya llegaba. De la Plaza Universidad eran ocho cuadras y tomé un taxi.
Liva es letona y se sorprendió cuando le conté que conozco Riga. El departamento es muy alegre y luminoso.
Cuando ella se fue, salí a comprar algunos víveres. No encontré el supermercado que ella me recomendó pero compré pizza, vino, naranjas y galletitas en un negocio chiquito.
Cuando ella se fue, salí a comprar algunos víveres. No encontré el supermercado que ella me recomendó pero compré pizza, vino, naranjas y galletitas en un negocio chiquito.
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