Sábado 30/7/2016. El Flybus me pasaba a buscar entre 4 y 4,30 para llevarme al aeropuerto de Keflavik, y llegó 4,15. Son casi 50 km. Me compré el último skyr y el hotel me dió una bolsa con croissants. Así de claro estaba el cielo a esa hora:
El aeropuerto de Keflavik era un mundo de gente. Hice el trámite para que me devuelvan el IVA de las cosas que compré y el check in y el despacho de mi valija, todo en las máquinas. Este es el aeropuerto internacional de Keflavik:
Este fue mi itinerario por Islandia:
En dos horas y media estaba en el aeropuerto de Gatwick, en Londres. Alli compré el pasaje de ómnibus para ir a Bath, que fue en dos etapas: un ómnibus me llevó a la Terminal 2 de Heathrow, allí esperé 40 minutos que aproveché para comer algo, y tomé otro que me dejó en la Estación de ómnibus de Bath.
Me fui caminando a mi hotel, adonde llegué con ayuda de los mapas que hay en la calle y sabiendo previamente que no estaba a más de 400 metros de distancia. El Parade Park es un hotel bastante modesto, pero tiene una ubicación extraordinaria, a pasos de la Abadía y frente al río Avon, es limpio y la habitación es muy luminosa, y la conexion a Internet es muy buena.
Salí a caminar por la zona y comí un crepe. Comparado con Islandia esto es un caos, hay muchísima gente por todos lados y bastante suciedad.
Viajé mucho hoy y estaba muy cansada, me fui a dormir y no puse la alarma, en Islandia tenia que ponerla todos los días porque salíamos siempre temprano.
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