Jueves 10/1/2013. Nos levantamos temprano y a
las 7 estábamos desayunando en el palacio. Había panqueques y licuados de
papaya en vasitos. A las 8,30 nos vinieron a buscar y hoy tuvimos guía en
español, que se llama Rajesh, es indio, y nos contó que estudió español durante
seis meses todos los días con una profesora, y lo habla muy bien.
A Jaipur la llaman la Ciudad Rosa porque en
el centro histórico todas las fachadas están pintadas de ese color.
Fuimos a
ver el Palacio de los Vientos, construido para que las mujeres de la familia
real, que no salían nunca a la calle, vieran las fiestas desde sus balcones, y
que tiene 365 ventanas. Nadie vivía allí permanentemente.
De allí fuimos a
Amber, que es una ciudad que está a 10 km para visitar el palacio.
Enorme palacio en la cima de un monte. Y
subimos en elefante. Sobre el monstruo había una tarima y allí había que
sentarse, con las piernas hacia un costado, cuando el elefante se arrimaba a la
pared.
Primero subieron Elba y Cristina, y Mirta en el siguiente conmigo.
Nuestro elefante al principio no quería caminar, y después noté, en medio de
una crisis de pánico, que las demás tarimas no se movían como la nuestra, que
se bamboleaba de un lado a otro. El camino era en subida y había una pared a un
costado, y el bicho parecía que quería tirarnos abajo. Allí arriba me reproché
haber subido, quien me mandó a hacer locuras. La distancia era de aproximadamente un
km y medio y felizmente terminó bien: me bajé del elefante y me prometí no
volver a intentarlo. Después el guía me dijo que había notado que nuestro
elefante era joven y que probablemente por eso era más rebelde. Esta es la foto de la foto que nos sacaron, y creo que no se nota mi cara de terror:
Superado el susto por la experiencia del
elefante, visitamos el Palacio real, de un lujo impresionante.
Mucho espejo en cielorrasos y paredes:
Rajesh nos sacó esta foto a cada una jugando con los espejos:
Dentro del palacio, Rajesh nos llevó a una ceremonia en un templo de la Diosa Khali. Tiene varios brazos y un cuenco para recoger la sangre del demonio a quien debía matar para que no se reprodujera. Debíamos pedir tres deseos tocando tres veces una campana, y nos pusieron pintura roja en la frente. No se podía sacar fotos.
Desde arriba del palacio se veían los jardines, y más allá, la ciudad.
Más tarde vimos el palacio en el medio del
lago, construido sólo para hacer fiestas!!
Después nos llevaron a un negocio donde
vendían joyas: rubíes, esmeraldas, zafiros. Nos regalaron una pequeña esmeralda
sin pulir.
Fuimos a comer a un restaurante buffet. Comimos
pollo, cordero y queso. Toda la comida tiene el mismo gusto picante. En lugar
de pan hay unos panqueques que se llaman chapati. Cuando termina la comida, traen azúcar y anís para sacar el gusto picante de la boca:
A la salida me saqué una foto
con un hindú que estaba en la puerta.
Después fuimos a ver cómo estampan las telas.
Con tres sellos que superponían perfectamente, iban agregando colores. En la
misma tienda vendían pashminas, saris, cubrecamas, manteles y todos los
textiles que uno se pueda imaginar.
En la ciudad de Jaipur, fuimos a ver otro palacio que es propiedad privada:
Finalmente nos llevaron a un laboratorio
astronómico construido por un maharajá que era astrólogo y astrónomo.
Muy bueno
nuestro guía Rajesh. Quien quiera contactarlo puede escribir a rajesh_jaipur001@yahoo.com,
teléfono 0091-9829373688.
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