VIAJE A INDIA, NEPAL Y TIBET - DE BUENOS AIRES A DELHI

Sábado 5, domingo 6 y sábado 7/1/2013. El avión de Qatar Airways salió puntual a las 11,20 de la noche y en dos horas llegó a San Pablo, donde bajó y subió gente.

Después de una hora volvió y salir y volamos 17 horas hasta Doha, la capital de Qatar, en el sudeste de la península arábiga y al norte de Dubai. Nunca había  volado tantas horas seguidas. Comimos como cinco o seis veces en ese lapso, con los cambios de horarios ya no sabía si eran desayunos, almuerzos o cenas. El avión era más cómodo que los que he viajado últimamente, las butacas eran más grandes.

Después de las 17 horas bajamos en Doha porque teníamos que cambiar de avión. La escala fue de dos horas y media. En el aeropuerto hay una mezquita que pudimos mirar porque tenía puertas vidriadas, pero no entrar porque era para hombres. En un avión más chico y en tres horas y media más llegamos a Delhi. Cuando el avión se preparaba para aterrizar, todo era niebla, y de repente tocó la tierra.
Aquí estamos en el aeropuerto de Delhi, Elba, yo, Cristina y Mirta:

El aeropuerto de Delhi es muy grande y moderno. 

Hicimos el trámite de migración y cambiamos dolares por rupias. En todos los billetes está Gandhi:

Afuera nos estaba esperando Udei, enviado por Ashok Singh, que nos organizó el viaje, y nos trajo al hotel. Hacía muchísimo frío.

El tránsito en Delhi es endemoniado, todos tocan bocina permanentemente porque quieren pasar primero y es un milagro que no choquen todo el tiempo. Además usan el volante a la derecha, seguramente como consecuencia de haber sido colonia británica. Por todos lados hay mucha gente, Delhi tiene 17 millones de habitantes. En el camino vimos monos en los parques, gran cantidad de personas montadas en camello, que según explicó Udei eran militares, y gitanos.

El hotel Grand Godwin es lindo y cómodo pero el barrio es horrible, las calles son de tierra (a pesar de estar en el centro). Es una zona donde hay varios hoteles. Descansamos un poco y a las 13,30 nos vino a buscar el chofer Hemlal con un chico jovencito que se llamaba Kuldeep. Nos llevó a un restaurante, teníamos mucho hambre después de tanta comida de avión.

Pedimos pollo tandoori (picante y coloradito), reshmi kabab, que también es pollo pero arrollado, chapati (pan tipo panqueque) y cheese nan (otro panqueque con un sabor rico indescifrable). Cuando salimos del restaurante nos llevaron a ver la tumba de Humayun, del siglo XVI. Situada en un parque, tiene varios edificios y una mezquita. El edificio principal contiene la tumba de este emperador de la dinastía Mughal. Todo el lugar sería impactante con buen mantenimiento y limpieza.

Hablar y entenderse en inglés con Kuldeep era muy difícil, tiene una pronunciación imposible de entender. Con Udei, en cambio, nos entendimos perfectamente, pero él esta tarde no vino. Kuldeep nos quiso llevar a unos templos, pero pretendía que nos sacáramos los zapatos y las medias para entrar. Hacía frío y le dijimos que no. Decidimos volver al hotel para descansar del viaje tan largo y a las 8 de la noche estábamos durmiendo.