Jueves 19/1/2017. Hoy en el desayuno no había hot cakes, pero probé peanut pakoda, una especie de bocaditos crocantes empanados con relleno de maní, eran ricos.
A las 9 salimos para Periyar y tardamos cuatro horas. Era una ruta de doble mano que pasaba por varios pueblos. Hay protestas en Tamil Nadu por una decisión de la Corte Suprema India de prohibir algo parecido a las corridas de toros, que se practica en la región hace dos mil años. Es increíble la cantidad de hombres jóvenes que están protestando contra la prohibición, aduciendo que atenta contra su cultura.
Al estilo de los piqueteros en Buenos Aires se sientan en la ruta y paran totalmente el tráfico en ambas direcciones. Varias veces tuvimos que parar y esperar que la Policía los convenciera de que debian sentarse a un costado de la ruta.
Finalmente llegamos a Periyar y fuimos directamente a sacar la entrada para dar un paseo en bote por el lago, pero las entradas estaban agotadas.
La otra posibilidad era sacar una entrada para el Parque nacional desde donde se ve el lago.
Periyar es un pueblito de montaña, y su gran atracción es el parque nacional y el lago.
Fuimos al hotel, que está construido sobre una ladera, porque tiene gran cantidad de escaleras y me tocó una habitación en el cuarto piso, al lado de la sala de yoga. El empleado que subió mi valija me dijo que cierre la puerta porque en el parque hay monos.
Pregunté si esta tarde hay clase de yoga y me mandaron a hablar con la profesora, que se llama Linda y es inglesa. Voy a pasear por un lago dentro de unos días y hoy decidí hacer algo distinto. Fue muy linda la clase.
Salí a dar una vuelta por el pueblito, pero no hay mucho para ver, aunque es simpático. Me volví al hotel, hay buena conexión de Internet.
Salí a dar una vuelta por el pueblito, pero no hay mucho para ver, aunque es simpático. Me volví al hotel, hay buena conexión de Internet.
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