Sábado 21/1/2017. Este hotel es muy bonito pero la conexión a Internet es muy inestable y el desayuno regular. No había papaya ni panqueques ni queso. Llovizna.
A las 9,30 salimos del hotel hacia Munnar, que está a una media hora de viaje por camino de cornisa. Por momentos llovía fuerte y había mucha niebla, fue una lástima no poder apreciar el paisaje.
Fuimos al Museo del Té, donde había cientos de personas, y me resultó bastante decepcionante. Sólo habia muebles y objetos de la época en que se establecieron las plantaciones y una máquina donde entraban las hojas de té y el proceso de molido en cuatro etapas. Lo único interesante fue el video en el cual se explicaba que se hicieron pruebas a fines del siglo XIX para saber qué convenía plantar en la zona y cómo se desarrolló la actividad en la época de la dominación británica y después de la Independencia. En una época la empresa pertenecía a Tata, un empresario indio, y en la actualidad el 70% es de los trabajadores y se llama KDHP Ltd. Todo en la ciudad gira alrededor del té
A las 9,30 salimos del hotel hacia Munnar, que está a una media hora de viaje por camino de cornisa. Por momentos llovía fuerte y había mucha niebla, fue una lástima no poder apreciar el paisaje.
Fuimos al Museo del Té, donde había cientos de personas, y me resultó bastante decepcionante. Sólo habia muebles y objetos de la época en que se establecieron las plantaciones y una máquina donde entraban las hojas de té y el proceso de molido en cuatro etapas. Lo único interesante fue el video en el cual se explicaba que se hicieron pruebas a fines del siglo XIX para saber qué convenía plantar en la zona y cómo se desarrolló la actividad en la época de la dominación británica y después de la Independencia. En una época la empresa pertenecía a Tata, un empresario indio, y en la actualidad el 70% es de los trabajadores y se llama KDHP Ltd. Todo en la ciudad gira alrededor del té
Luego fuimos hacia la orilla de un lago donde había un embotellamiento tremendo de tránsito. Muchos ómnibus con turistas indios, pero lo más sorprendente es la actitud de los automovilistas, porque esperan pacientemente que se destrabe. Me bajé del auto y caminé hacia adelante. Unos cuantos voluntariosos trataban de destrabar dando indicaciones a los automovilistas.
La gente comía en los puestos que vendían choclos y algunos practicaban tiro al blanco. Algunos se bajaron de un ómnibus para sacarse fotos conmigo, ya casi estoy acostumbrada a la fama.
Prabhu me dijo que se arman estos embotellamientos porque los turistas dan vueltas, porque no hay otra atracción en la ciudad además de las plantaciones de té.
Cerca de allí está el echo point, una parte del lago que tiene eco, y donde pagan una entrada para ir hasta la orilla, gritar y escuchar el eco.
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Alli mismo, decenas de puestos venden comida y baratijas:
El jardín de las rosas es un lugar muy bonito, con muchas flores y en desnivel, como todo en esta ciudad:
Fui a Pizza Max y comi una pizza con doble queso.
Volvimos al hotel. Llovizna y sigue la niebla.
A las siete de la tarde ya era de noche y no sé porqué pusieron estas luces en el parque, frente a mi ventana:
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