Martes 31/1/2017. Dormí muchas horas y me desperté pasadas las 8, y eso que durante gran parte de la noche escuché los mantras que cantaban en los ghats.
Como el restaurante del hotel está cerrado por reformas el desayuno lo sirven en el lobby o en la habitación. Bajé al lobby y tomé café con tostadas y una banana. Pedí especialmente black coffee pero me trajeron una jarrita de leche, les resulta difícil de entender que yo quiera café solo.
A las 10 llegó Sangay y fuimos caminando hasta encontrar el auto. La primera visita fue a la Universidad de Vanarasi, enorme, con distintos edificios para las facultades, calles interiores por donde pasan autos, motos y rickshaws, y adentro, el Templo de Shiva!! Increíble.
El templo es hermoso, paredes y pisos de mármol claro, y muy limpio.
Pregunté que era este asiento: es el lugar para el gurú.
Volvimos al auto y fuimos al Templo de los Monos. El celular lo dejé en el auto, no se puede entrar al templo con él porque hubo un ataque terrorista hace un tiempo usando celulares. Hay policía en la entrada. Había monos en el parque, pero en realidad la Diosa Durga que allí se venera es un dios-mono. Había muchísima gente con cajitas en las manos que se ponían a la altura de la frente, y Sangay me explicó que son dulces para el dios-mono, cosas extrañas que se ven aquí. Como el dios no se queda con las ofrendas, después se las llevan a su casa y se las comen.
El tráfico es realmente demencial, y jamás me animaría a manejar acá. Es un milagro que no se vean choques, y hasta ahora no vi ninguno.
Es impresionante ver a las mujeres a quienes solo se les ven los ojos.
Me había puesto un saco porque a la mañana estaba algo fresco, pero me lo saqué porque empezó a hacer calor, debía hacer 23 o 24 grados, pero la gente iba vestida como si hiciera 15, Sangay estaba con campera y gorro de lana.
La principal actividad de la ciudad es el tejido de sedas, la segunda es el turismo. Los que se ocupan de los tejidos son musulmanes, y fuimos a un barrio donde se escuchaba el ruido de los telares, incluso entramos en uno de los locales, oscuro y sórdido.
En el barrio hay una mezquita:
Y después por supuesto me quisieron vender cubrecamas, manteles, pashminas y hasta saris, todo muy lindo pero no compré nada.
Eran las dos de la tarde y me dijo Sangay que me iba a dejar en el hotel e iba a volver más tarde. Habíamos pasado por un mall donde estaba McDonald's y le pedí que me deje allí, pero me esperaron y después me llevaron. No hay KFC en Varanasi. En el mall también está Domino's Pizza.
Descansé un rato y bajé por la escalinata acercándome al río. Ya no estoy tan segura de no querer ir a pasear en barco, porque vi que hay algunos grandes.
A las seis llegó Sangay y fuimos caminando hasta el ghat Dashashwamedh, que es el principal, donde todas las tardes unos monjes hacen una ceremonia de culto al fuego. Me senté en una grada. Había mucha gente, un grupo de animadores y de repente una vaca empezó a subir por las gradas cerca de donde yo estaba!
Los monjes hacían movimientos con antorchas primero mirando hacia el Ganges y después mirando hacia el público. Se escuchaban música, cánticos y tañido de campanas.
Me dejó otra vez en el hotel. A las 8 comí dos sándwiches, uno de pollo y otro de queso, y tomé un café.
Como el restaurante del hotel está cerrado por reformas el desayuno lo sirven en el lobby o en la habitación. Bajé al lobby y tomé café con tostadas y una banana. Pedí especialmente black coffee pero me trajeron una jarrita de leche, les resulta difícil de entender que yo quiera café solo.
A las 10 llegó Sangay y fuimos caminando hasta encontrar el auto. La primera visita fue a la Universidad de Vanarasi, enorme, con distintos edificios para las facultades, calles interiores por donde pasan autos, motos y rickshaws, y adentro, el Templo de Shiva!! Increíble.
El templo es hermoso, paredes y pisos de mármol claro, y muy limpio.
Pregunté que era este asiento: es el lugar para el gurú.
Volvimos al auto y fuimos al Templo de los Monos. El celular lo dejé en el auto, no se puede entrar al templo con él porque hubo un ataque terrorista hace un tiempo usando celulares. Hay policía en la entrada. Había monos en el parque, pero en realidad la Diosa Durga que allí se venera es un dios-mono. Había muchísima gente con cajitas en las manos que se ponían a la altura de la frente, y Sangay me explicó que son dulces para el dios-mono, cosas extrañas que se ven aquí. Como el dios no se queda con las ofrendas, después se las llevan a su casa y se las comen.
El tráfico es realmente demencial, y jamás me animaría a manejar acá. Es un milagro que no se vean choques, y hasta ahora no vi ninguno.
Es impresionante ver a las mujeres a quienes solo se les ven los ojos.
La principal actividad de la ciudad es el tejido de sedas, la segunda es el turismo. Los que se ocupan de los tejidos son musulmanes, y fuimos a un barrio donde se escuchaba el ruido de los telares, incluso entramos en uno de los locales, oscuro y sórdido.
En el barrio hay una mezquita:
Y después por supuesto me quisieron vender cubrecamas, manteles, pashminas y hasta saris, todo muy lindo pero no compré nada.
Eran las dos de la tarde y me dijo Sangay que me iba a dejar en el hotel e iba a volver más tarde. Habíamos pasado por un mall donde estaba McDonald's y le pedí que me deje allí, pero me esperaron y después me llevaron. No hay KFC en Varanasi. En el mall también está Domino's Pizza.
Descansé un rato y bajé por la escalinata acercándome al río. Ya no estoy tan segura de no querer ir a pasear en barco, porque vi que hay algunos grandes.
A las seis llegó Sangay y fuimos caminando hasta el ghat Dashashwamedh, que es el principal, donde todas las tardes unos monjes hacen una ceremonia de culto al fuego. Me senté en una grada. Había mucha gente, un grupo de animadores y de repente una vaca empezó a subir por las gradas cerca de donde yo estaba!
Los monjes hacían movimientos con antorchas primero mirando hacia el Ganges y después mirando hacia el público. Se escuchaban música, cánticos y tañido de campanas.
Me dejó otra vez en el hotel. A las 8 comí dos sándwiches, uno de pollo y otro de queso, y tomé un café.
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