martes, 23 de enero de 2018

VIAJE A CHINA, COREA Y JAPÓN - DE BUENOS AIRES A BEIJING

Sábado 13/1/2018. Fue un día muy complicado. A la mañana nos enteramos de que el vuelo de United Airlines que debíamos tomar a las 9 de la noche y que nos dejaría en Nueva Jersey como escala a Beijing estaba demorado, y que saldría a las 2 de la mañana del domingo. Esto implicaba perder la conexión a Beijing y perder por lo menos el primer día del tour.
Llamé por teléfono a United Airlines y me ofrecieron cambiar a American Airlines,  que salía y llegaba a la misma hora pero haciendo escala en Dallas y así hicimos. Mi amiga Bruni, con quien estábamos planeando este viaje desde hace muchos meses fue a la agencia a avisar del cambio. En United Airlines me pidieron que estuviésemos en el aeropuerto 4 horas antes del vuelo.
Poco después de las 4 de la tarde,  y por salir hacia el aeropuerto con mi hijo Gareth, Bruni me llamó llorando, su cadera operada se había salido de lugar y estaba esperando la ambulancia. No era la primera vez que le pasaba y pensé que se la iban a acomodar y llegaría a último momento.
Recién a las 6 de la tarde habilitaron el check in en Ezeiza,  expliqué el problema y me dijeron que los mostradores estarían habilitados hasta las 19,45.


Domingo 14/1/2018. Llegamos a Dallas después de once horas de vuelo. Alli me enteré de que Bruni cancelaba su viaje porque no habían podido arreglar el problema y la tenían que operar nuevamente. No se puede creer tanta mala suerte.
El de Dallas es un aeropuerto muy moderno, hay un tren elevado que conecta las terminales y grandes figuras en el piso hechas con pequeños mosaicos.





El avión salió a horario y no iba lleno. Empecé a seguir el mapa de vuelo y  descubrí que no cruzaba en línea recta el oceano Pacífico sino que iba hacia el noroeste. Me dormí y cuando me desperté cruzabamos el estrecho de Bering  por Alaska. Repartieron muchas veces comida en este vuelo, comí con palitos una carne muy rica y picante.


Salí de Buenos Aires vestida de verano, y en el vuelo me cambié y me puse ropa de invierno.

Lunes 15/1/2018. A las 2,15 de la tarde llegamos a Beijing. Pasamos Migraciones y en seguida aparecieron nuestras valijas en la cinta. Pero a la salida no habia nadie esperándonos. Pensé que era un retraso, pero después de 15 minutos decidí buscar ayuda. En el aeropuerto no hay un servicio de asistencia al turista y en los mostradores de informes los empleados tienen dificultades para comunicarse en inglés. Yo estaba dispuesta a tomar un taxi, pero me decían que los taxistas solo entendían chino y que debía tener traducida la dirección. 
No conocían el Hotel Beijing Plaza, que era el dato que yo tenía.  Llamé al teléfono de Emergencias de Europamundo en España y allí me dijeron que mi hotel era el Swissotel y me dieron la dirección.
En un momento nos dieron un mapa del metro de Beijing, como si nos pudiéramos manejar en metro, con los nombres de las estaciones en caracteres chinos.  Conseguimos que nos anotaran en un papel la dirección del Swissotel en chino, por supuesto sin tener la certeza de que estuviera bien, y salimos a buscar un taxi. A la salida de la terminal había un mostrador, mostramos el papel y nos dijeron que eran 40 minutos de viaje y costaba 260 yuanes. A esa altura estaba dispuesta a pagar lo que fuera para llegar, eran las cinco de la tarde y estaba oscureciendo.
El Swissotel es un edificio enorme en lo que parece ser el centro de Beijing. El checkin fue lento pero finalmente nos dieron las habitaciones.
A las 7 de la tarde me llamó el guía y me dijo que habían estado esperándonos muchas horas en el aeropuerto, aparentemente en otra terminal porque no tenían el dato del cambio de vuelo, y que mañana a las 8,30 nos espera en el lobby.
Google está parcialmente bloqueado en China, se puede usar el whatsapp pero no enviar audios ni imágenes. Las fotos no suben a Google photos. No entran los mails ni se puede usar Twitter ni acceder al blog. Pude leer diarios argentinos con limitaciones.

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