sábado, 27 de julio de 2013

VIAJE A RUSIA Y EUROPA CENTRAL - VIENA

Viernes 26/7/2013. Después de desayunar me fui a Albertinaplatz para tomar el bus turístico. 
Esto es AlbertinaPlatz. Hay máquinas que limpian las calles, pero aquí había un hombre con una manguera:




El bus turíatico no es nada barato, tomé el que dura dos horas y media e incluye un paseo caminando por el centro histórico. Me costó 24 euros. Salió a las 10,30 y era un bus grande rojo y cerrado, con aire acondicionado, pero en mi modesto autito el aire anda mejor.
Tenía audio en varios idiomas y entre comentario y comentario valses vieneses. Al lado de Albertinaplatz están la Opera y el Café Mozart, y pasó por el Parlamento, la Universidad de Viena, la Plaza de los Héroes, el Ayuntamiento de estilo gótico, y grandes edificios. 




Hizo una parada de veinte minutos para que fuéramos caminando una cuadra a ver la Hundertwasserhaus, un edificio de estilo Gaudí muy pintoresco.





Volvimos al ómnibus y cruzamos el Danubio, que está a 2,5 kilómetros del centro, allí hay edificios modernos.




Pasamos por el Prater, un parque donde está la rueda gigante, y volvimos a cruzar el Danubio hacia el centro.




Paró otra vez en el Palacio Schonbrunn, residencia de verano de los Habsburgo, un edificio impresionante de más de 1400 habitaciones.




Pasó por el Palacio Belvedere, por el barrio de las embajadas y por una avenida donde hay grandes edificios de departamentos construidos en la década de 1920.



Cuando terminó la vuelta volvió a Albertinaplatz. Allí está el Monumento contra la guerra y el fascismo, en una esquina donde había una casa de departamentos que fue bombardeada durante la guerra, frente al Museo Albertine.
Faltaba más de una hora para que empezara el segundo recorrido a pie. Me senté a tomar una cerveza.



A las 14,30 empezó el walking tour. La guía era una austríaca que hablaba inglés y alemán, y éramos diez.
Nos llevó a la iglesia de San Agustín, allí cerca, donde se casaban los Habsburgo. 




Pasamos por la Biblioteca y por el Hofburg, residencia de los emperadores, y salimos a la entrada principal, que está muy cerca del hotel. En el medio del Hofburg y en alguna reconstrucción quedó una iglesia escondida, de la cual sólo se ve la cúpula:







Allí hay restos de la ciudad que fundaron los romanos y que llamaron Vindonoba.



En la calle que da a la entrada al Hofburg está el Café Demel, donde venden la famosa torta Sacher (que lástima que hace 30 grados y no me tienta comer torta de chocolate con esta temperatura) y entramos. Al fondo estaban fabricando tortas y figuras de chocolate.





Por esa misma calle salimos a la catedral de San Esteban y luego por la Seilergasse, que es la de mi hotel, a la cripta de los emperadores, donde terminó el tour. Fue muy interesante.
Estaba agotada así que me compré cerezas y una gaseosa en el supermercado de abajo y volví a descansar un rato.
Al rato volví a salir, caminé hasta el canal por la calle perpendicular a la catedral que se llama Singerstrasse. Atravesé el Parque de la Ciudad, donde había mucha gente, y llegué al otro canal que cruza el primero y que tiene mucha más agua. Estos bebederos están en toda la ciudad, el agua viene de un manantial en los Alpes:






Ví las vías del metro que atraviesan el canal.



En ese lugar no habia turistas, los austríacos lo usan como zona de recreación, había mucha gente en una pileta de natación y paseando y tomando cerveza.




Siguiendo por ese camino subí una escalera y volví a salir a la plaza de la Catedral.
Aquí un edificio moderno vidriado frente a la catedral en el cual se reflejan las cúpulas:



Comí salchichas de Viena con una mostaza muy suave y rica y llegué otra vez al hotel muerta de cansancio casi a las 8 de la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario