jueves, 24 de enero de 2019

VIAJE A ESPAÑA, EGIPTO Y CHIPRE - ASWAN

Domingo 20/1/2019. Salimos 7,30 del barco para hacer las excursiones de Aswan.
La ciudad es tan fea, sucia y polvorienta como El Cairo, pero mucho más pequeña.
Lo que llaman "obelisco inacabado" es un pedazo enorme de granito que por alguna razón no lograron separar del bloque.


En realidad si no me lo hubieran señalado no lo habría descubierto sola, y me pareció un abuso que cobren entrada para verlo. Además la foto me salió oscura.


Desde la antigüedad era un problema para la región las crecidas del Nilo, que provocaban inundaciones. En 1902 los britanicos terminaron de construir la primera represa. Varios años después, hacia 1960, siendo ya Egipto una república, el presidente Nasser decidió construir una nueva represa mucho más grande unos 8 km al sur de la anterior. Lo hizo con la ayuda de los soviéticos y este monumento es para conmemorar la colaboración de ambos países. 


Al sur de la nueva represa se formó el Lago Nasser, que es inmenso. Dicen que de ese lado quedaron los muchos cocodrilos que había en la zona, pero yo no vi ninguno.





La construcción de la represa implicó que muchos monumentos antiguos quedarían bajo las aguas del lago.  Por eso fueron desmantelados piedra a piedra y vueltos a armar en sitios donde quedaran a salvo, como los de Abu Simbel y Philae, y otros obsequiados a varios países en compensación por la ayuda internacional para salvarlos, como el de Dendur, que está en el MET Museum de NYC.
Para ir al templo que originalmente estaba en Philae y ahora en la isla Egilica, entre las dos represas, tomamos un barquito.



En diez minutos llegamos.



El Templo está dedicado a la diosa egipcia Isis y en algún momento posterior fue iglesia cristiana, porque hay cruces grabadas en la piedra.




La parte más antigua es del siglo IV AC, y fue modificado en épocas de los Ptolomeos y los romanos. Este es el símbolo de la vida eterna para los egipcios y este dibujo se repite en muchos lugares.







Cerca del templo está este otro edificio de época posterior, llamado el kiosco de Trajano
Los beduinos pretendían cobrar para dejarse sacar fotos, pero yo les saqué ésta de lejos y no se dieron cuenta. Hay muchos hombres así vestidos en el sur.



Desde arriba, porque la isla está elevada, se veían todos los barquitos.






Volvimos en el mismo barcquito y en diez minutos estábamos otra vez en tierra firme.




Al mediodia volvimos al barco, que seguía en el embarcadero de Aswan y que sería mi hotel hasta la mañana siguiente.
Mi programa incluia un paseo en faluca, que son estos barcos de vela. Muy bonitos para verlos, pero no tenía ninguna intención de subirme a uno, así que dije que no.




Y después de tres días me enteré por casualidad que en el barco se podía acceder a Internet,  por 25 dólares por todo el crucero o 10 dólares por día. Pagué los 10 dólares y me entretuve poniéndome al día con las noticias. Le reproche a mi guía que no me lo hubiera dicho, pero el hombre es un inútil,  además de hosco y desagradable.
Además intentó convencerme de que el islam es lo mejor que hay, que los americanos destruyeron sus propias torres, que los jefes de ISIS son franceses, que los alemanes se hacen musulmanes en masa y otras pavadas por el estilo. Insoportable.
Así se ponía el sol sobre el Nilo en mi último día en Aswan.


A la noche, desastre. No recuerdo haberme descompuesto de esta manera nunca en mi vida. Tuve vómitos y diarrea, que parecían no tener fin. Algo me cayó muy mal. Me dijeron que no use agua del grifo en Egipto y así lo hice, incluso para lavarme los dientes.

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