Sábado 25/1/2014. Me desperté temprano para
tener tiempo de acomodar el contenido de mi valija, que entre el desorden y las
compras estaba entrando en crisis. Desayuné y a las 9 de la mañana salimos
hacia el puerto para tomar el ferry a España.
El trayecto en ómnibus hasta el puerto fue muy corto. Este
era el fast ferry y no el que tomamos para venir a Marruecos, en media hora
estaba en Tarifa. Son barcos más pequeños y no salen cuando hay mal tiempo.
Entramos en España nuevamente y tomamos la ruta bordeando el Mediterráneo. Se veía muy claro el Peñón de Gibraltar, con su forma tan característica.
Gran parte de la gente bajó en Marbella, siguiendo su
itinerario, y a los demás nos dejó en Málaga. Me bajé con los marplatenses
cerca de la estación de autobuses, porque ellos iban a un hotel por esa zona.
Llegué a las 16,20 a comprar el pasaje para el autobús que salía a las 16,30.
Alcancé a comprar una gaseosa y una masita y subí. Exactamente a las 6 de la
tarde llegó a Granada. Impresionante la Sierra Nevada
En la estación tomé un taxi que me trajo al
Hotel Juan Miguel, que está en una zona muy comercial frente a la Plaza del Campillo.
Dejé mis cosas y salí a caminar. A dos
cuadras está El Corte Inglés y había mucha gente en la calle.
Comí pizza y volví al hotel. Llevo veintidós
días viajando de América a Asia, Africa y ahora Europa, y estoy físicamente
agotada. Se acabó el despertador en este viaje.
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