viernes, 9 de enero de 2015

VIAJE A MEXICO - EL BUS TURISTICO DEL DEEFE

Miércoles 7/1/2015. A las 7 de la mañana ya me había duchado y me había enterado del ataque terrorista en París. Bajé y tomé un café de la máquina que hay en el lobby. Además salí a tomar aire, porque el NH Centro Histórico es muy lindo hotel pero las ventanas son fijas y no se abren,  me da claustrofobia y me siento en una cápsula. Todavía era de noche y recién fue plenamente día cerca de las 8. Ya había averiguado donde se tomaba el bus turístico, así que caminé hacia el Zócalo y entré en la Catedral. Esta zona está llena de policías, en las calles y también dentro de la iglesia. Está fresco y los policías usan  guantes blancos.
Compré el ticket y salió puntual a las 9. Hay cuatro circuitos, pero no tiene horarios, llegan cuando pueden, porque en el DF hay mucho tránsito y manifestaciones.
Primero hice el circuito Centro Histórico, pero me bajé antes que terminara, en la Fuente de Cibeles, réplica de la de Madrid, y que según el audio del bus se la regaló España a México. Debe ser como mínima compensación por todo el oro que se llevaron.


Lo más lindo que vi fue el barrio Condesa, muy lindas casas y mucho verde, lleno de bares y restaurantes. También pasamos por el famoso Paseo de la Reforma, con enormes rascacielos de formas caprichosas y la versión moderna de una estatua ecuestre, el Monumento a la Revolución y el Monumento a la Independencia.





Los taxis son de color café y hay otros rosados y blancos.



En la parte de arriba del bus hacía mucho, pero mucho frío y viento. Y yo que tardé tanto en decidirme a venir a México porque tenía miedo de sufrir mucho calor!!
Pregunté cuando llegaba el bus del circuito Sur y me dijeron que se acababa de ir uno y que faltaban 45 minutos para el próximo, así que me fui a un bar a tomar un café caliente y comí una galleta gigante de arándanos y nuez. Todo es grande en México, el café que ellos llaman “chico” es cinco veces uno normal y la galleta tenía 15 cm de diámetro.
Volví a la parada y todavía tuve que esperar bastante, pero al final llegó. Pasamos por Tlalpan, por la Ciudad Universitaria y por Coyoacán y me bajé en el Museo de Frida Kahlo. 




El museo está en Coyoacán, que era un suburbio al sur de la Ciudad de México pero que ahora está integrado. Muchas casas de colores y mucho verde, la de Frida es azul. 



No hay casi pinturas de ella, sólo algunas, pero está su cuarto, el comedor y la cocina. 







Allí nació y murió. Está allí el cuadro de las sandías, su última obra.


Cuando salí del museo tuve que esperar media hora que llegara el bus, y fui otra vez a la Fuente de Cibeles. Allí comí un vaso gigante de papaya cortada en el momento, deliciosa.


Otra vez tuve que esperar, pero volví al Zócalo en el bus del Circuito Centro. Pasamos otra vez por el Paseo de la Reforma y la Zona Rosa. En una esquina había una original manifestación de hombres en calzoncillos (y hacía frío!!) bailando, que protestaban contra un diputado. Estaban felices de que les sacáramos fotos. 




Ya eran más de las cinco de la tarde cuando llegué. El bus dio una vuelta al Zócalo, oficialmente Plaza de la Constitución. Tiene doscientos metros de lado, o sea 40000 m2, en un lado está la Catedral, en otro la Casa de Gobierno y en el siguiente, el Ayuntamiento de la Ciudad.
Quise averiguar la forma de ver los murales en la casa de gobierno, pero está todo vallado. Decidí entrar en un restaurant que hay cerca, de la cadena VIPS, y comer algo caliente, porque hoy pasé mucho frío y estornudé varias veces, y solo comí galletas y frutas mientras esperaba los buses. Comí crepes con jamón.

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