Viernes 22/7/2011. No puse el despertador pero igual me desperté a las 7. En el cuarto hacía calor y no había aire acondicionado. Convencí a Bruni de dormir con la ventana abierta, ella siempre quiere cerrar. Desayunamos y preparamos las valijas porque a la tarde teníamos que tomar el ferry a Tallin, Estonia.
Después nos fuimos caminando hasta el puerto y allí tomamos el barquito que por 4 euros ida y vuelta nos llevó a Suomenlinna, que es una isla a menos de 10 minutos de viaje donde hay un fuerte del siglo XVIII, un hostel, museos, restaurantes y tiendas.
Entramos en la fortaleza y caminamos por la isla, que en realidad son dos, Iso Mustasaari y Kustaanmiekka, todos los nombres finlandeses son muuuuuy largos.
Después nos tomamos otra vez el barco, que va y viene todo el tiempo desde el puerto de Helsinki hasta la isla y viceversa. Es un pequeño ferry, puede llevar dos autos también.
De vuelta en el puerto, fuimos a ver el mercado cubierto, donde hay negocios que venden pescado, panaderías y bares donde la gente se sienta a comer. También vimos puestos de pescado y verdura en barquitos:
Volvimos al hotel porque a las 12 teníamos que dejar la habitación. Hacía mucho calor afuera, así que yo me senté en el lobby a leer por Internet los diarios y tomar sidra, mientras Bruni se fue a ver la iglesia ortodoxa rusa.
En el gran lobby del hotel Scandic Grand Marina hay un bar, tiendas de souvenirs y muchos sillones con mesas donde la gente se sienta. Me compré un sándwich de pollo, que se dice kana en finlandés, y a las 3 de la tarde subimos al bus y fuimos al puerto. Otra vez en barco, dos horas y media hasta Tallin, Estonia.
El hotel Clarion está muy cerca del muelle. Hacía mucho calor y humedad, y el hotel de 4 estrellas no tenía aire acondicionado! Descansamos un rato y después fuimos caminando hasta la ciudad vieja y comimos algo. Muchísima gente en la calle. Nos enteramos del atentado en Oslo, no lo podíamos creer, estuvimos allí hace muy poquitos días.
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