Lunes 18/7/2011. El Radisson Plaza tiene 35 pisos y no sólo es el edificio más alto de Oslo, sino de toda Noruega.
Desayunamos temprano, había mucha gente porque el hotel es muy grande, y salimos a las 8,30 a ver el museo vikingo y el folklórico.
Este es un edificio rosado muy original:
En el camino volvimos a ver la catedral y el edificio donde se entrega el premio nobel de la paz, sin lluvia.
En el museo vikingo están 3 de los 8 barcos que se han encontrado, los otros 5 están en Dinamarca. Dos de ellos están en muy buen estado de conservación, del tercero sólo se conserva la base. Los encontraron enterrados en el fiordo y eran barcos funerarios.
Adentro de los barcos había objetos que se muestran en el museo, aunque cuando los encontraron descubrieron que ya habían sido saqueados.
En uno de ellos estaban los huesos de una mujer de 80 años, en el otro los de un hombre de 40 años con los de sus caballos, sus perros y su pavo real.
Después fuimos al museo folklórico, que es una . xposición al aire libre de casas rurales noruegas. Otra vez empezó a llover! Se puede entrar a las casas y ver los objetos de uso cotidiano, el techo con corteza de abedul para impermeabilizar y después con turba donde crece el pasto para que sirva de aislante. También la forma de construcción, que consistía en encastrar los troncos. Las casas son originales del siglo XVII, fueron desarmadas en su lugar original y vueltas a armar en el museo. Jóvenes noruegas con trajes típicos vigilan el lugar.
Volvimos al hotel y decidimos ir a ver la Opera de Oslo, que es un edificio nuevo que tiene apenas tres años, muy moderno, enorme y blanco porque es de mármol de Carrara. Está muy cerca del hotel, pero tuvimos que preguntar para llegar. Habría que sacarle fotos de lejos de tan deproporcionadamente grande que es. Para llegar tuvimos que entrar en la estación de trenes:
Volvimos al hotel y se puso a llover torrencialmente, otra vez!!
Esta ciudad no es amigable. Esperamos un ratito y a la 1 de la tarde salimos para Estocolmo. Ni bien salimos de Oslo salió el sol.
En la frontera entre Noruega y Suecia cambiamos las coronas noruegas y euros por coronas suecas. Desde allí eran 427 km a Estocolmo.
Estos son los billetes suecos:
El paisaje es puro bosque y lagos, en Suecia hay miles de lagos.
Pasamos por las ciudades de Karlstad, donde hay una fábrica de papel sobre el lago Vanern, y Karlsloga, donde sigue funcionando la fábrica de explosivos fundada por Alfred Nobel. Paramos a tomar café y descansar en un barcito al lado de otro lago y pasamos también por las ciudades de Orebro y Arboga antes de llegar a Estocolmo.
Nos instalamos en el Hotel Marriott, salimos a comer algo y nos fuimos a dormir.
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