Jueves 15/1/2015. Otra
vez el suculento desayuno en el hotel. Empaqué y pedí un taxi para ir a la Terminal de ómnibus, pero
antes saqué más fotos del hotel y de los cuadros de Frida que están en el
lobby.
El autobús a Campeche
salió puntual pero tardó casi tres horas en llegar. Iba despacio, y la
carretera estaba vacía. Sólo paró una vez antes de llegar a Campeche.
Cuando llegué compré el
ticket para viajar a Villahermosa el sábado 17/1 y tomé un taxi para llegar al
Hotel El Navegante. Dejé mis cosas, pedí un mapa y salí a caminar.
Es preciosa esta ciudad,
todas las casas pintadas de colores.
Llegué a la plaza
principal porque sabía que de allí sale un trencito turístico. Sale cada hora,
pero siempre que haya seis interesados como mínimo, y éramos solamente dos. Me
dijeron que el de las cinco salía seguro.
Caminé por el malecón.
Además de tener una arquitectura preciosa esta ciudad está a orillas del mar y,
por si fuera poco, hace calor pero con brisa y muy agradable!!
Mientras esperaba el
trencito averigüé que el Estado pinta los frentes y los mantiene, los colores
son alternados, no hay dos casas contiguas del mismo color.
A las 5 salió y
recorrimos el Centro Histíruco, los barrios de Guadalupe y San Francisco y el
Malecón.
Cuando terminó la vuelta
fui a una agencia que me recomendaron para ir a Edzná, que es un sitio
arqueológico cerca de aquí.
Hay muchas esculturas en las calles:
Comí pizza en la calle
59, que es peatonal y a las 20 horas estaba nuevamente en la plaza porque había
un espectáculo multimedia proyectado sobre el edificio de la biblioteca. Contaba la historia de
la ciudad desde la época de los mayas, los conquistadores españoles, los piratas
que la atacaron muchas veces porque era el puerto de salida del oro y
la plata hacia España y el Campeche actual. Excelente.
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