Miércoles
14/1/2015. Otra vez tomé café con budín y comí papaya y banana en el desayuno.
A las 9 me
vinieron a buscar para ir a Uxmal y Kabah, otros dos sitios arqueológicos
cercanos. Otra vez me pertreché contra los mosquitos. El repelente que compré
tiene un olor asqueroso, ni se me acercan.
Uxmal no es
tan popular como Chichen Itzá ni es maravilla del mundo, por consiguiente va
poca gente y se disfruta mucho más.
Es un lugar
más compacto, las construcciones están más cerca unas de otras que en Chichen
Itzá.
Allí vimos varios ejemplos de los arcos que utilizaban los mayas en sus construcciones, que favorecían la circulación del aire.
También vimos una construcción con falos, símbolos de fecundidad, que los franciscanos destruyeron en parte por considerarlos escandalosos.
Hay muros de piedra íntegramente tallados con figuras de animales.
Este es el juego de pelota, en todas las ruinas hay uno:
Terribles escaleras que subi y bajé sólo lo imprescindible:
Luego hicimos unos 20 km para ver Kabah, otro sitio arqueológico cercano donde hay sólo dos construcciones.
Allí vimos varios ejemplos de los arcos que utilizaban los mayas en sus construcciones, que favorecían la circulación del aire.
También vimos una construcción con falos, símbolos de fecundidad, que los franciscanos destruyeron en parte por considerarlos escandalosos.
Hay muros de piedra íntegramente tallados con figuras de animales.
Este es el juego de pelota, en todas las ruinas hay uno:
Terribles escaleras que subi y bajé sólo lo imprescindible:
Luego hicimos unos 20 km para ver Kabah, otro sitio arqueológico cercano donde hay sólo dos construcciones.
Hoy también
nos llevaron a comer a otro restaurante y comí cochinita pibil, tan rica como
la de ayer.
Volvimos a Mérida a
las 17,30. Dejé mis cosas y fui a conseguir más pesos mexicanos y entré en Comí queso relleno, no me queria ir de Mérida sin probarlo. Era rico, pero tenía tanta salsa que tenía apariencia de sopa.
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