Martes 20/1/2015. Otra
vez se me inundó el cuarto cuando me duché. Vinieron a secar y me explicaron
que tenía que sacar un tapón, que está para que no entren insectos. Porqué no
me lo habrán dicho ayer?
Crucé a la Terminal de ADO y compré
el ticket para viajar a San Cristóbal de las Casas a las 9,30. Allí mismo tomé
un café con torta de naranja y fui a buscar mi equipaje al hotel.
El ómnibus salió puntual
y tardó cinco horas y media para hacer los 200 kilómetros entre Palenque y San
Cristóbal, porque es camino de montaña. Se ven bosques enteros de palmeras.
Llegué a las tres de la
tarde y tomé un taxi para llegar al hotel El Zaguán. Es una preciosidad, una
casa antigua con galería, a la cual dan las habitaciones.
Me dieron un mapa y me
indicaron de donde sale un tranvía turístico que recorre la ciudad. También
contraté una excursión para ir mañana a San Juan Chamula.
Encontré el tranvía y
estaba por salir. Recorrió la ciudad, que es bonita y cuidada, aquí también hay
casas de colores, y varias iglesias.
Cuando terminó la vuelta
regresé al hotel a abrigarme, porque ya estaba haciendo frío, aquí no es como
en Palenque donde el clima es muy húmedo y caluroso.
Volví a salir y busqué un
lugar donde comer. En un restaurante de la calle Miguel Hidalgo, que es
peatonal, y que los mexicanos llaman “andador” comí spaghetti a la carbonara
y tomé una copa de vino chileno. Es la primera vez que encuentro vino, no es
común en México.
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