VIAJE AL NORTE DE EUROPA - DE VARSOVIA A POZNAN, POLONIA

Viernes 29/7/2011. Desayuné sólo un té y a las 8,30 fuimos a hacer la visita a la ciudad en el bus. No me sentía bien y me quedé dormida varias veces. La segunda parada no bajé. Sí bajé en el casco histórico y en el parque que tiene el monumento a Federico Chopin.

Varsovia es una ciudad nueva, ya que fue destruida por los nazis en 1944 como castigo a la rebelión de sus habitantes. La única parte que se salvó fue el barrio donde ahora están las embajadas porque allí vivían los oficiales nazis, y donde hay palacetes del siglo XIX.

Nos mostró el Palacio de la Cultura y de las Ciencias, un rascacielos gris de la época soviética, la plaza de la Constitución, y caminamos por el casco histórico, que fue totalmente reconstruido en base a fotos y dibujos. Por todos lados hay fotos de Juan Pablo II.

Estuvimos en el Hotel Radisson que se ve a la derecha. En la esquina hay un edificio muy moderno y en el tubo de cristal están los ascensores:

Todos estos edificios que parecen antiguos en realidad tienen 50 años.

Del famoso ghetto de Varsovia sólo queda esta inscripción que marca el lugar donde se encontraba:

Cerca del casco histórico está el famoso río Vístula, del que tanto habla Gunter Grass, que la guía local calificó de ¨río salvaje´, ya que modificó su cauce y ahora pasa más lejos de la ciudad.

En la plaza del mercado hay bares, restaurantes y tiendas de souvenirs, y en el medio la estatua de la Sirenita, símbolo de Varsovia, que según la leyenda encargó a una pareja, Wars y Hawa, que fundaran una ciudad aquí. Tiene una espada para proteger la ciudad, y teniendo en cuenta todo lo que ha pasado en este lugar, no ha sido para nada efectiva. Tomé una seven up y un té, nada de comida porque quiero recuperarme.

En la época soviética se reconstruyó rápidamente el casco histórico, como muestra de poder e incluso robando ladrillos de otras ciudades.

Este hombre disfrazado de cosaco trataba de conseguir clientes para un restaurante:

A las 13,30 nos encontramos todos en La Sirenita y fuimos caminando dos o tres cuadras hasta donde estaba estacionado el bus. Llegamos a Poznan, Polonia, a las 18, pero hicimos una parada en la ruta y tengo tanta suerte, que por primera vez en los nueve países encontré un KFC, y yo con dolor de panza.

En la estación de servicio tomé un té y un sándwich de queso. Me entendí por señas con el empleado que sólo hablaba polaco.

Nos instalamos en el Novotel de Poznan. Allí hacía frío y llovía. A tres o cuatro cuadras está el casco antiguo, pero no tenía fuerzas para caminar, Bruni se fue sola. Más tarde salí a buscar un kiosco para comprar una seven up, porque acá el frigobar está cerrado con llave, pero todo estaba cerrado. Enfrente hay un shopping y otro KFC. Grrrrrrr!!!!