sábado, 30 de junio de 2012

VIAJE AL NORTE DE EUROPA - TALLIN, ESTONIA


Sábado 23/7/2011. Dormimos con la ventana abierta, hacía mucho calor. Me desperté a las 6 de la mañana y empezó una lluvia torrencial. Tuve que cerrar la ventana porque llovía para adentro del cuarto.

Desayunamos y a las 9 de la mañana nos llevaron a hacer una visita guiada por la ciudad, parte en bus y parte caminando.

La ciudad vieja de Tallin es preciosa, muchas cúpulas, techos de tejas y trazado irregular. Es Patrimonio de la Humanidad. La primera mención de esta ciudad en documentos históricos data de 1154. Se llamó Viru y Reval en otras épocas. Tallin significa ¨ciudad de los daneses¨. Formó parte de la Liga Hanseática en la Edad Media y es un puerto comercial sobre el Mar Báltico. Estonia es independiente sólo desde 1991, ya que estuvo sucesivamente bajo dominio danés, alemán, sueco y ruso, y fue una de las repúblicas socialistas soviéticas después de la Segunda Guerra Mundial.

Vimos un barrio de casas de madera, y bajamos en el parque de las canciones, donde hay un auditorio.


Luego volvimos a subir al bus y bajamos en la colina de Toompea. Allí está la catedral ortodoxa, el Parlamento y la catedral luterana.




Tallin conserva parte de su muralla medieval:



Esta es la bandera de Estonia:



Hacía un calor y una humedad insoportables. Subimos a dos miradores desde los cuales se ven las cúpulas: San Olaf, San Miguel, el Ayuntamiento.




Muchos negocios que venden hilados y souvenirs. Pasamos por la calle de Pierna Larga (la bota es un desague) y por una farmacia que funciona en el mismo lugar desde el siglo XV, vimos en una calle lateral tres casas muy bonitas que llaman ¨las tres hermanas´ y la torre de Margarita la Gorda, que era una reina de Dinamarca.






Compramos algunos recuerdos y después nos sentamos en la terraza de un café a comer algo y descansar. Llovía y hacía calor.



Vimos una novia:



Y admiramos los tejidos de Tallin; la mayoría demasiado gruesos para Argentina:




Luego volvimos al hotel y nos perdimos por querer caminar del lado de la sombra. Le preguntamos a una pareja jovencita con un bebé de seis meses en cochecito y nos acompañaron hasta encontrar el hotel.

Descansamos un rato y después decidimos ya no salir y comprar algo para comer en el supermercado de frente al hotel, que es enorme y tiene de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario