lunes, 30 de julio de 2012

VIAJE A ESPAÑA - SANTIAGO DE COMPOSTELA Y FINISTERRE

Lunes 30/7/2012. A las 8,15 estaba desayunando. Me parece que soy la única pasajera del hotel. Las personas con quienes me crucé -todos alemanes que vienen a hacer el Camino de Santiago- se fueron ayer a la mañana.
Me fui caminando a la estación de autobuses para ir a Finisterre, el bus salía a las 10. Mientras tanto compré el billete para ir a Madrid mañana a las 9,45. Finalmente decidí ir en bus. Descarté Iberia porque es muy caro, descarté Ryanair por el tema de la valija, que no sé cuanto pesa y hay restricciones para llevar equipaje en las líneas low cost, y descarté el tren porque está completo.
El autobús tardó dos horas y cuarto en llegar a Finisterre, Fisterra para los gallegos, porque fue parando en varios pueblos. Pero el camino es una maravilla. Bajó un poco hacia el sudoeste para recoger pasajeros en una ciudad que se llama Noia, y después fue bordeando el mar, la Costa da Morte y las rías bajas. Un verdadero espectáculo adicional. No tenía idea cual era el itinerario y me senté en el lado equivocado, pero a la vuelta me desquité y saqué decenas de fotos.
La parada de los autobuses está frente al puerto. 



Allí pregunté por la oficina de turismo, pero me dijeron que estaba cerrada y abría a las 15. Pregunté en una empresa de turismo cómo ir al Cabo Finisterre (son 3,5 km en subida y no tenía la menor intención de ir caminando), y me dijeron que tomara un taxi, y me indicaron la parada, allí a 30 metros. El taxista me llevó, me esperó y me trajo de vuelta. Cumplí mi sueño de conocer ese lugar maravilloso, la Finisterrae romana, el fin de la tierra, el lugar donde el monje Galceran de Born negocia con Manrique, el Caballero Templario, mientras su amante Sara y su hijo Jonás lo esperan en una barca frente al Cabo (Iacobus, Matilde Asensi).
Allí está el faro frente al mar abierto.





De vuelta en Finisterre, elegí uno de los bares frente al puerto y comí tortilla con jamón ibérico y tomé cerveza con gaseosa de limón. Como mantel individual me pusieron un mapa detallado de Galicia. Pedí permiso y me lo llevé.



Al lado del malecón el agua es turquesa y se ven los peces:



Después me fui caminando por el muelle, desde allí se ve la ciudad, los barcos, y las casitas colgadas de los cerros. Un paisaje precioso. El puerto está en la ría de Corcubión.








A las 3 de la tarde salía el autobús de vuelta a Santiago. Eramos muchas personas esperándolo. Me senté esta vez en el lugar correcto, a la izquierda, para tener el mar de mi lado, porque íbamos hacia el sur. En el autobús hacía mucho calor, y no tenía buen aire acondicionado, y además estaba completo.
El paisaje es un sueño, mucho verde y playas de arena blanca como harina:











Tardó otras dos horas y cuarto en llegar a Santiago. En la estación me compré una gaseosa para reanimarme. A la sombra el clima es muy agradable y hay brisa. De la estación salen autobuses urbanos, pregunté porque quería ir nuevamente a la catedral y no tenía intenciones de caminar. Tomé el autobús y llegué. Estaba buscando el famoso Pórtico de la Gloria, y hoy lo encontré, está detrás de la gran puerta que da a la Plaza do Obradoiro, pero hay andamios porque está en reparaciones, sólo está visible la figura central de Santiago.



Volví caminando al hotel, compré Piedras de Santiago, que son bombones de almendra, y en el camino me compré otra gaseosa. Hoy pasé mucho calor. Y pasear todo el día también cansa.
A las 9 salí a comer un "bocadillo" en un barcito muy agradable que está justo al lado del hotel y que recién descubrí hoy, debió estar cerrado el fin de semana. El bocadillo era enorme y riquísimo, jamón ibérico con queso y el pan apenas tostado. 

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