miércoles, 4 de julio de 2012

VIAJE A ITALIA - FLORENCIA 2


Martes 24/1/2012. FLORENCIA. Me levanté temprano porque a las 9 el hotel me reservó entrada para ver el Museo de la Academia. Desayuné muy rico (había medialunas gigantes rellenas de crema pastelera) y a las 8,30 salí. El Museo está a 2 cuadras, no había cola a esa hora.
No es muy grande, hay pintura religiosa, pero la estrella es el David, la estatua más famosa del mundo, que además está bajo una bóveda con mucha luz. Mucha gente alrededor, pero se puede dar la vuelta alrededor de la estatua.



Este no es el original, sino una réplica que está en la Piazza de la Signoria. Hay otra réplica en la Piazza de Michelangelo y miles en los souvenirs.
Me parecieron muy grandes las manos y los pies, después leí en mi guía que Miguel Angel le hizo a propósito las manos y los pies grandes porque estaba destinado a estar en lo alto de un edificio, y desde la distancia se verían proporcionados, será verdad?
Por todos lados hay asiáticos en cantidades impresionantes, creo que están invadiendo silenciosamente Italia.
Cuando salí de la Academia caminé sin rumbo y llegué a la Plaza de la Annunziata. Entré en la Iglesia de la Annunziata y estaban en misa, me senté un rato a descansar, muy decorada y rara, porque se entraba por un costado del altar. Cuando se pararon para comulgar me levanté y me fui. Sobre la plaza también está el Museo de los Inocentes y entré. Fue el primer orfanato de Italia, había fotos y documentos de los niños que habían vivido allí, la rueda donde se podía dejar a los recién nacidos, e historias aterradoras, de madres solteras que eran interrogadas sobre las circunstancias de su embarazo antes de aceptar a sus bebés. Había también estrictas medidas de higiene para los niños sifilíticos para evitar el contagio y amas de cría internas y externas. El orfanato tenía una escuela de enfermería donde estudiaban las internadas más lúcidas; a las demás, las daban en adopción a familias de agricultores para que aprendieran a trabajar la tierra.
Esta es la puerta donde se dejaban los recién nacidos:



Y esto es parte del frente, hay pequeñas esculturas de bebés:



Cuando salí de allí pasé por un supermercado y me compré pan, queso y aceitunas, y comí en mi cuarto mientras descansaba un rato.
A las 13,30 volví a salir, fui hasta la Plaza de la Signoria y entré en el Museo del Palacio Vecchio. Después de ver este museo les perdoné a los italianos que sean tacaños con Internet y cualquier otra cosa que no me haya gustado del país: es una de las cosas más maravillosas que he visto. Se podía sacar fotos sin flash, pero no saqué ninguna porque en Internet debe haber fotos mucho mejores que las que yo puedo sacar y porque lo más impresionante eran los cielorrasos y no me hubieran salido bien. Preferí disfrutarlo. A quien no lo haya visto le recomiendo googlearlo y verlo.
Entrar al Salon del Cinquecento me impactó. No puedo calcular las medidas, pero es inmenso y muy alto, los cielorrasos pintados, esculturas, cuadros monumentales en las paredes. No me quería ir. En el piso superior, las habitaciones de los Medici, una más lujosa y más ricamente decorada que la otra. Un ala del palacio eran las habitaciones de Eleonora de Toledo, noble española hija del Virrey de Nápoles y esposa de Cosimo de Medici, que tenía su propia capilla con frescos. Salones y más salones impresionantes.
Sobre la Piazza de la Signoria hay un museo al aire libre con esculturas. Esta -que supongo es una réplica- es el Rapto de las Sabinas. Cuando Rómulo fundó Roma se dio cuenta que eran todos hombres y no tenían mujeres, y se le ocurrió raptarlas de sus vecinos los sabinos, que le declararon la guerra. Ersilia, esposa de Rómulo, medió para que llegaran a un acuerdo, las sabinas estaban contentas de que las hubieran raptado:



También en la Piazza de la Signoria, este mosaico recuerda el lugar donde fue ejecutado el monje Savonarola en 1498:



Salí de ahí a las 3 y media y di varias vueltas antes de encontrar el Duomo, pasé otra vez por la Iglesia de la Santa Croce. Como las calles no son en damero sino irregulares en un momento me di cuenta que había caminado en círculo. Decidí preguntar, estaba muy cerca del Duomo y volví al hotel, pero antes tomé un café en la esquina, a esta hora está haciendo frío.
Me duelen las piernas de tanto caminar y estoy muy cansada. Me voy a dormir temprano porque mañana a las 9 tengo reservado otro museo. 

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