Viernes 30-7-2010. Ya me acostumbré a dormir mientras el barco navega,
justo ahora que termina el viaje. Cuando me desperté ya estaba anclado en
Baltra. Cerca de aquí está el aeropuerto.
Pero antes había otro wet landing en una playa. Para llegar a tiempo
al aeropuerto nos levantaron por teléfono a las 5,45. Alcancé a tomar un café
del termo que siempre está en el comedor antes de subirme al bote, esto no es
la colimba!!
Se llama Bahía de las Bachas y hay cangrejos, nidos de tortugas y muy
cerquita una laguna, pero los flamencos que dicen que suele haber no estaban.
La arena de esta playa es blanca y fina. También había dos pelícanos y pájaros.
Subimos otra vez a los botes y ahí sí desayunamos, los yanquis se
comían los huevos fritos de a dos.
El barco se acercó al muelle y cargó combustible mientras preparábamos
el equipaje. Los marineros llevaron todas las valijas y después a nosotros en
los botes y desembarcamos en el muelle. De allí un bus nos llevó hasta el
aeropuerto, que es bastante precario teniendo en cuenta la cantidad de
movimiento que tiene.
Yo tenía pasaje en un avión que hacía Baltra-Guayaquil-Quito. Me
ofrecieron tomar otro que iba a Quito directo. Salían con diez minutos de
diferencia pero tardaba una hora más por la escala. Dije que sí, pero que tenía
que avisar porque Patricia me esperaba en Quito. Un empleado del aeropuerto me
hizo pasar a una oficina, llamó al número que le dí en Quito y después me pasó
el teléfono.
Las Islas Galápagos están a la altura de Guayaquil, este avión directo
a Quito demoró un poco menos de dos horas. Fue un viaje muy tranquilo, excepto
cuando estaba por aterrizar en Quito, porque la capa de nubes era muy gruesa y
hubo turbulencia por pocos minutos. Siempre es impresionante aterrizar en estas
ciudades de Ecuador porque los aeropuertos están en plena ciudad y pasan muy
cerca de los edificios.
Patricia me estaba esperando y esta vez vine al Hotel Akros, que está
en el barrio La Carolina. Me
hizo el cambio porque el barrio La
Mariscal donde estuve cuando llegué es muy ruidoso, sobre
todo viernes y sábados. Van todos los chicos a los bares y las discotecas que
están alrededor de la Plaza Foch ,
no sólo los quiteños sino los extranjeros que estudian español en las muchas
escuelas que hay en la zona.
Este hotel es muy lindo, mucho más grande que el NuHouse y más lujoso.
Está sobre la Avenida
6 de diciembre Dejé mis cosas y salí a
caminar un rato. Es un barrio muy moderno, con muchos edificios, peluquerías y
clínicas. Sobre la avenida hay un mall donde comí algo (KFC no estaba) y entré
al supermercado a comprar chocolates ecuatorianos para llevar a BA. Detrás de
los edificios se ve el volcán Pichincha.
Volví al hotel y me duché porque Patricia me viene a buscar 7,45. En
mi itinerario hoy había una cena de cortesía de su agencia, y pensé que me iba
a dar un voucher para cenar en algún lado. Pero no era así. Llegó con Andrés,
que es un joven de veintipocos años que trabaja con ella y es su sobrino, su
madre Irene y otra sobrinita de 7 años, una niñita preciosa que se llama
Isabella. Fuimos a un restaurante italiano donde había mucha gente y comimos
unas pizzas riquísimas con masa muy finita como las hacen en Ecuador. Después
fuimos a ver Quito de noche. En la plaza frente a la Iglesia de San Francisco había
mucha gente viendo un espectáculo de teatro, y también frente al Teatro Sucre.
A las 11 me dejó en mi hotel.
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